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Emoción a flor de piel

Córdoba | Dos hermanas se encontraron a partir del Banco Nacional de Datos Genéticos

Ambas habían pasado 44 años separadas hasta que desde la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) les comunicaron que se había detectado una hermandad del 100% entre las dos.

Reencuentro de hermanas
Ambas mujeres se volvieron a ver tras pasar 44 años separadas. | Portal: La voz del pueblo

Carina Rosavik nació en 1976, vive en Córdoba y desde que tiene 23 años comenzó a buscar su identidad tras enterarse que fue adoptada. Por otro lado, Carolina Sangiorgi nació en1978, vive en Mar del Plata y desde hace tiempo considera que fue apropiada durante la última dictadura militar.

A kilómetros de distancia y sin conocerse, ambas decidieron realizarse pruebas de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), el cual fue creado en 1987 por Raúl Alfonsín. Si bien los primeros resultados sólo negaron que fueran hijas de desaparecidos, un tiempo después recibieron un nuevo llamado de parte de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad en relación a sus análisis: eran hermanas

"Fue un abrazo eterno que no se terminaba, nos abrazábamos, nos besábamos, nos mirábamos, y después conocer a mis sobrinos, a mi cuñado, fue una cosa maravillosa", expresó Sangiorgi, en diálogo con Canal 10 de Córdoba, sobre el encuentro con su hermana después de pasar 44 años separadas.

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"Fue fantástico. Sin palabras. Es lo que siempre esperé", agregó Rosavik.

Con respecto a su historia, la hermana marplatense relató que "como había nacido en el año 78, le daba intriga saber si era hija de desaparecidos" y "si es que había abuelas, tíos o primos buscándola". Tras dar negativo, entre 2007 y 2008, señaló: "Me quedé con ese resultado y no seguí buscando".

Sin embargo, el capítulo que había cerrado volvió a abrirse el pasado 24 de agosto cuando recibió un llamado de CoNaDI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) en el que le dieron una noticia sobre su legajo: "Me informaron que había una hermandad del 100%, o sea que tenía una hermana por parte de madre y de padre. No lo podía creer", recordó emocionada.

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"Yo me enteré a los 23 años que era adoptada. A mí me vino a buscar Abuelas (de Plaza de Mayo) a mi casa", relató por su parte la hermana cordobesa y manifestó que sus padres adoptivos "nunca le contaron la verdad". A partir de ese momento, comenzó la búsqueda de su identidad.

En el camino la mujer conoció a María Gracia Iglesias, coordinadora del Programa Nacional de Identidad Biológica del CoNaDI que se encarga de realizar búsquedas por fuera del marco de la dictadura, quien fue la encargada de llamarla años después para darle la buena noticia.

"Es inexplicable lo que pasó, es realmente un milagro", expresó Rosavik conmocionada. A su vez, contó cómo su propia búsqueda la impulsó al activismo y a participar actualmente de un grupo de búsqueda de identidad llamado "NOSOTROS Buscando Identidades Biológicas Córdoba/Argentina" y otro llamado "HERMANAS", los cuales trabajan en conjunto con Derechos Humanos de la Nación.

En esta misma línea, añadió: "Lo mío se hizo esperar mucho. Incluso tuve una charla el fin de semana anterior de encontrar a Carolina y dije que no buscaba más mi identidad, como que había pasado mi proceso".

 

El reencuentro

Tras pasar 44 años sin conocerse y sin saber una de la existencia de la otra, el tan ansiado reencuentro tuvo lugar primero en el plano virtual el 24 de agosto por videollamada. "No sabíamos que decir, no nos salían las palabras, moqueamos un poco, pero no lloramos", detalló la marplatense en diálogo con Página 12

Hermanas reencuentro
Las hermanas separadas hace 44 años se conocieron primero por videollamada, nueve días después se vieron en persona | Créditos: Página 12

Nueve días después, el pasado viernes 2 de septiembre, ambas se encontraron en Córdoba y pasaron dos días juntas y con sus respectivas familias. "Estamos felices, pero en una nube todavía, no caímos", agregó la hermana cordobesa.

A su vez, adelantaron que en breve Rosavik va a viajar a Mar del Plata para pasar cinco días junto a su hermana ya que quieren conocer cómo es la vida y el día a día de cada una para "ir conociéndose de a poco".

AS / MCP