Luego del escándalo por el vacunatorio VIP en febrero de este año, que obligó al presidente Alberto Fernández a pedirle la renuncia al ministro Ginés González García, el Gobierno decidió transparentar la campaña de vacunación contra el Covid-19 en todo el país, como una forma de evitar nuevos problemas. En ese contexto, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, puso en funcionamiento el Monitor Público de Vacunación, y aunque hubo fotos de más vacunados que no tenían la edad ni estaban en grupos de riesgo, lo cierto es que es que al menos pueden seguirse números oficiales sobre el proceso.
Así entonces puede verse que quedan casi dos millones de vacunas sin aplicar, entre los más de 7 millones de dosis que según elese Monitor ya fueron distribuidas en todo el país y los 5,2 millones aplicadas de acuerdo a la actualización de este sábado 10 de abril, pero hay otro dato sensible que no se informa detalladamente, y es el número de las dosis que debieron ser descartadas y terminaron en la basura, ya sea por cuestiones de logística, cadenas de frío que se perdieron, accidentes o, simplemente, errores humanos.
Las cifras que fueron trascendiendo sobre dosis perdidas se conocieron solo en algunos hechos aislados, reportados en distintos lugares del país, parecen lejos de coincidir con las que difunden las autoridades sanitarias. En principio, el primer caso que se hizo público fue en el partido bonaerense de Olavarría, cuando, el 5 de enero, se indicó que 400 vacunas Sputnik V que perdieron la cadena de frío en el Hospital de oncología "Luciano Alfredo Fortabat". Dicha situación terminó en la lupa judicial, con sumarios internos y no se sabe todavía si el episodio fue accidental o un sabotaje deliberado.
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Al día siguiente, 17 frascos debieron ser descartados en el Hospital Monovalente Carlos Malbrán, de Catamarca, luego de detectarse "una subida no programada en la temperatura de uno de los freezers".
Días después, a fines de ese mes, una situación similar se registró en el Hospital de Trelew, en Chubut, donde otras 140 dosis del segundo componente de la vacuna desarrollada por el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología "Nikolay Gamaleya", de Rusia, también terminaron siendo descartadas por la misma razón.
En consecuencia, solo en esos tres casos se acumulan más de medio millar de dosis que tuvieron que ir a la basura y no llegaron a ser aplicadas. No obstante esos datos, la cifra oficial que figura en los registros del Ministerio de Salud de dosis descartadas es bastante más baja: la agencia Noticias Argentinas (NA) llegó a ese numero mediante un pedido de acceso a la información pública, y hasta el miércoles pasado sólo 117 dosis se reportaron como descartadas y todas en la Provincia de Buenos Aires.
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"Hay un subregistro. Nosotros recopilamos la información que dan las provincias", justificaron a esa agencia fuentes cercanas a la ministra Carla Vizzotti, sobre las razones de esa desactualización. El detalle oficial destacó que a ese número se llegó por el descarte de 72 dosis de la vacuna Covishield, provenientes del Serum Institute de la India; 34 de Sputnik V, fabricadas en Rusia; y 11 de Sinopharm, oriundas de China.
Sin embargo, la pérdida de la cadena de frío es sólo una de las razones que llevaron al descarte de las vacunas, porque resulta prácticamente imposible que en semejantes lotes y cantidades, no haya casos de roturas de los frascos e incluso errores en la aplicación, algo común cuando se ponen en marcha operativos que implican a millones de personas.
Con respecto a este "subregistro" de las vacunas descartadas, las fuentes de Salud consultadas señalaron que se trabajará para "instar a las jurisdicciones a que detallen la mayor cantidad de información posible, a fin de poder transparentar cada vez más la campaña" de vacunación contra el coronavirus.
NA
