Entrando al salón de la fama junto con pinturas de Monet y de Picasso, los restos fósiles se convirtieron en un nuevo objeto de colección y de deseo entre las altas esferas de la sociedad. Mientras que los paleontólogos insisten en que estos remates sólo traen complicaciones para la investigación científica.
Desde hace un tiempo son varias las subastas donde se pueden encontrar huesos prehistóricos. El año pasado, un Deinonychus (la inspiración para los velocirraptores representados en Jurassic Park) se vendió en 12,4 millones de dólares, un Gorgosaurus alcanzó 6,1 millones de dólares y un remate de sólo un diente de Tiranosaurio Rex llegó a más de 100.000 dólares.
Pero, el precio récord por el que fue vendido un fósil prehistórico fue obtenido por Stan, un T. Rex que en 2020 fue rematado en Chrisite´s, una de las casas de subastas más importantes del mundo, por un valor de 31,8 millones de dólares.
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Si bien el comprador decidió mantenerse en secreto, el año pasado se supo cuál fue el destino del fósil más caro del mundo. Stan será la atracción estrella de un nuevo museo de historia natural que abrirá en 2025 en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos.
Llegando a este año, se calcula que el mes que viene un cráneo de T. Rex alcanzará entre 15 y 20 millones de dólares con su venta. Entre los compradores habituales se encuentran inversores, estrellas de Hollywood, líderes de la industria tecnológica y una serie de museos, nuevos o en desarrollo, de China y Medio Oriente.
Según algunos paleontólogos, el auge de las subastas de restos fósiles se debe, en principio, a la falta de protección del “patrimonio natural” en distintas partes del mundo y especialmente en Estados Unidos, la cual permite a dueños privados rifar al mejor postor estas piezas históricas.
Otros, también apuntan al carácter artístico que cobraron estas piezas. “Hay que alegrarse de que los fósiles se aprecian como obras de arte”, declaró Peter Larson, uno de los paleontólogos que descubrió a Stan y a otros fósiles subastados. En vez de ser tallados por un artista, estas obras son talladas por la evolución y el paso del tiempo.
En la subasta que marcó el valor récord por un resto fósil, previamente se llevaron a puja obras de arte de gran reconocimiento, entre las que se encontraban: Mujer en un sillón de Pablo Picasso (29,5 millones de dólares); Naturaleza muerta con jarra de leche, melón y azucarero de Paul Cézanne (28,6 millones de dólares); El acantilado de Dieppe de Claude Monet (2,2 millones de dólares).
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“Estamos rompiendo el concepto de subasta porque el mundo que nos rodea ya no es el mismo. Situamos a Stan en el contexto del arte moderno y contemporáneo”, señaló Alex Rotter, presidente de los departamentos de Arte de los siglos XX y XXI de Christie’s.
La preocupación de los científicos por la venta de fósiles
El creciente mercado comercial de huesos prehistóricos, ahora considerados “obras de arte”, hace temer a los científicos por la posibilidad de que ejemplares científicamente importantes desaparezcan en manos privadas y no puedan volver a ser estudiados.
"Es triste que los dinosaurios se estén convirtiendo en juguetes coleccionables para la clase oligárquica", sostuvo Steve Brusatte, paleontólogo de la Universidad de Edimburgo, añadiendo que los restos fósiles deben estar en museos.
Los paleontólogos estadounidenses también se ven preocupados porque el mercado pueda fomentar la excavación ilegal y que los propietarios de tierras –que, por ley, suelen ser los dueños de los fósiles encontrados en sus terrenos– favorezcan a los cazadores comerciales de fósiles en contra de los investigadores académicos.
“Los estancieros que antes te dejaban ir a recoger fósiles ahora piensan por qué van a dejarte hacerlo gratis”, apunta Jingmai O’Connor, paleontólogo del Museo Field, y continúa, “cuando un coleccionista comercial podría desenterrar los huesos y los beneficios se repartirían”.
Otra pieza a la colección de los famosos
“Los huesos de dinosaurios y todo tipo de fósiles son cada vez más requeridos. Los grandes actores de Hollywood y megamillonarios adoran estas cosas”, asegura Josh Chait, director de Operaciones de la casa de antigüedades llamada con su nombre. “Cuando ya tienes un Warhol o un Monet en la pared, tiendes a querer algo más”, finaliza.
La colección de arte más cara de la historia
Nicolas Cage es una de las estrellas que decidió agregar a su colección una pieza paleontológica histórica. En 2007 concurrió a una subasta en la galería IM Chait, en Nueva York, donde adquirió un cráneo de un Tyrannosaurus bataar –primo asiático del T.Rex - por 276.000 dólares.
De esta forma, el protagonista de Leaving Las Vegas se unió al selecto club de propietarios de los dinosaurios, entre los que figuran los directores de cine Ron Howard y James Cameron, políticos estadounidenses, como el republicano Newt Gingrich, y Nathan Myhrvold, exdirector de Tecnología de Microsoft.
Otra estrella de cine que tuvo un fósil es el actor Russell Crowe, quién reveló que una vez le compró a Leonardo DiCaprio un Mosasaurus –un reptil marino– por 30.000 dólares cuando estaba borracho. “Lo compré para mis hijos”, le dijo el actor de Gladiator al conductor Howard Stern. Aunque, en 2018, el actor terminó vendiendo al animal prehistórico.
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Las regulaciones Argentinas sobre los huesos prehistóricos
En Argentina, las posibilidades de comercializar restos fósiles son bajas, ya que existe la Ley 25.743 de protección del patrimonio cultural, arqueológico y paleontológico, que promueve la conservación de los objetos nativos del país.
Según sostiene la ley, se busca evitar que los bienes que forman parte de ese patrimonio se pierdan, se deterioren o salgan del país de manera ilícita. Por ello, la venta de fósiles es un delito y se puede denunciar a quién la realice.
Si bien las piezas paleontológicas pueden ser sacadas del país, esto debe ser por un tiempo y para fines científicos o educativos. La exportación definitiva está penada por la ley, excepto cuando se trata de devoluciones a otros países.
Actualmente, tampoco se puede iniciar una colección privada de piezas paleontológicas ya que todas las piezas descubiertas son de dominio de la provincia de donde provienen. Sólo se puede tener una colección si fue conformada antes de la sanción de la ley en junio de 2003 y esta debe ser declarada.
RV / MCP