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Fue a una cita de Tinder y resultó ser un culto sexual: la mataron y desmembraron en 14 pedazos

La chica cayó en un culto comandado por una pareja que se hacía llamar "papá" y "reina bruja", y que convencían a las mujeres que reclutaban a formar parte de sesiones sexuales. Ambos fueron condenados por homicidio en primer grado.

Sydney Loofe, una joven estadounidense de 24 años oriunda de Lincoln, fue asesinada luego de asistir a una cita de Tinder en 2017.
Sydney Loofe, una joven estadounidense de 24 años oriunda de Lincoln, fue asesinada luego de asistir a una cita de Tinder en 2017. | Facebook Lincoln Police Department

Sydney Loofe, una joven estadounidense de 24 años oriunda de Lincoln, fue asesinada luego de asistir a una cita de Tinder en 2017. La mujer fue asfixiada hasta la muerte y desmembrada en 14 pedazos por una secta sexual manejada por un hombre "vampiro" y una mujer apodada "reina bruja".

Sidney trabajaba en una ferretería de su ciudad y sus padres vivían en una localidad que queda a 3 horas de distancia en auto. El día del crimen, ella se dirigía a un encuentro luego de haber superado un período de depresión y subió una selfie a Snapchat con la frase "Lista para mi cita". Debía verse con Audrey, la persona con la que había pactado la cita. 

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Audrey no existe

A la mañana siguiente, los padres de Sidney se dirigieron a su departamento y encontraron su teléfono celular apagado y a su gato sin comida. En la puerta de la vivienda estaba estacionado su vehículo; en ese momento, según informó la revista People, decidieron hacer la denuncia. 

Los investigadores determinaron que el teléfono de Sydney estuvo encendido por última vez en la localidad de Wilber, a 56 kilómetros de distancia de su vivienda. 

A través del dato de la cita de Tinder, los investigadores llegaron a Audrey, la mujer con la que Sidney se encontraría esa noche. En la interrogación, la mujer confirmó que si se habían encontrado y que la había dejado en la casa de un amigo pero que no recordaba donde exactamente. 

Por su extraño comportamiento, la joven terminó siendo la principal sospechosa de la desaparición de Loofe, y finalmente se constató que su nombre era en realidad Bailey Boswell (de 23 años), y que vivía con su novio Aubrey Trail (de 51 años) en Wilber. 

Cuando la policía investigó los teléfonos de ambos, las llamadas indicaban una zona a 100 kilómetros de Wilber. En ese lugar, el 4 de diciembre de 2017, encontraron el cuerpo desmembrado de la mujer. Lo habían cortado en 14 pedazos. 

La causa de su muerte fue la asfixia, tenía el lóbulo de la oreja desgarrado y hematomas en las muñecas, muslos y cabeza. Se constató que se había resistido hasta el último momento. 

Las partes del cuerpo fueron puestas en diferentes bolsas de basura y tiradas en zanjas de un campo de Omaha, en Nebraska. Pero algunas partes nunca fueron encontradas. 

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Bailey Boswell (de 23 años), y su novio Aubrey Trail (de 51 años), ambos creadores de la secta sexual que mató a Sidney. Crédito: Policía de Nebraska.

Los líderes de un culto

Bailey y Aubrey crearon su propio culto en Wilber para estafar, y lo hicieron reclutando mujeres de diferentes lugares  a través de Tinder y convenciéndolas de unirse a la secta sexual en las que podían  ganar mucho dinero si estafaban y asesinaban a otras personas en nombre del culto. 

Esos apodos, "papá" vampiro y "reina bruja", eran parte de esa creencia que intentaban expandir entre los que se adherían a su culto. 

Ambos confesaron que habían elegido a Sidney porque ella vivía lejos de sus padres, y que tras ofrecerle la oportunidad de sumarse a las sesiones sexuales ella se negó. Luego de eso, la terminaron matando y desmembrando con una sierra para evitar que hablara.

Ambos fueron condenados ambos por asesinato en primer grado, él a pena de muerte, aunque sin fecha establecida. Ella, a prisión perpetua sin libertad condicional, siendo la primera mujer en evitar la pena capital en el estado de Nebraska. 

 

MM/ff