Durante la sesión en la Cámara de Diputados por el debate del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los alrededores del Congreso Nacional volvió a ser escenario, como en 2017, de violentos incidentes entre la policía y grupos de manifestantes de diferentes agrupaciones políticas y sociales que se oponen al acuerdo con el FMI y rompieron todo lo que encontraban a su paso, incluso provocando serios daños a la propia fachada del Parlamento.
En esa escena dantesca de salvajismo político, hasta el despacho de la vicepresidenta Cristina Kirchner fue alcanzado por las piedras que lanzaban los grupos de violentos, en su mayoría identificados con grupos de izquierda. En ese marco, se vio como un grupo de encapuchados rompía las veredas en las cercanías del edificio legislativo, para arrojar las piedras y cascotes hacia los vidrios de las ventanas del Congreso que dan a la avenida Callao. Cabe consignar que las oficinas que utiliza Cristina Kirchner como titular del Senado se encuentran justamente en ese primer piso.
La apedreada también generó destrozos en el despacho del senador nacional y ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, y del jefe de bancada del Frente de Todos en el Senado, José Mayans. El primero está ubicado en el segundo piso del inmueble, mientras que el otro se encuentra en el tercero.
Ubicados en la calle Hipólito Yrigoyen, casi en el cruce con la avenida Entre Ríos, los atacantes lanzaron los proyectiles. También arrojaron globos de pintura roja contra esa zona del edificio histórico.
Los vidrios rotos y la pintura sólo una parte de los destrozos que se produjeron en la zona. Un grupo de presuntos militantes de grupos como el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT Unidad) y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) quemaron contenedores y tiraron bombas de estilo molotov contra la policía.
Al menos seis depósitos de basura fueron tumbados y/o incendiados minutos después de que se iniciara en la Cámara de Diputados el debate por el acuerdo con el Fondo. Los responsables también comenzaron a quemar gomas frente al edificio y a arrojar piedras y botellas.
En esta ocasión, no se valló la zona desde un principio por decisión del Gobierno Nacional ya que las manifestaciones registradas en la previa al debate no habían reportado una escalada en la violencia. De hecho, sorprendió a explosión de una molotov que hirió a un policía en su pierna izquierda, que fue atendido y retirado del lugar.
Además del agente, identificado como Alfredo Gutiérrez, otros cuatro oficiales de la Policía de la Ciudad sufrieron distintas heridas en su búsqueda por restaurar la calma.
En declaraciones a la prensa, Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, señaló que los violentos eran "un grupo pequeño" y desligó a su agrupación de los hechos. "Nosotros vinimos a manifestarnos, miles y miles de personas contra un acuerdo humillante, colonial, y que significa una enorme violencia contra el pueblo argentino".
"Aquí hubo un grupo, no sabemos quién los mandó, un grupo muy pequeño que terminó tirando piedras al Congreso. Tal vez los mandó el Gobierno, tal vez los servicios, acá no es la primera vez que va a ocurrir", sostuvo.
FP/HB