La empresa Molino Cañuelas, dueña de las marcas 9 de Oro, Pureza y Mamá Cocina, señaló este jueves 2 de septiembre en un comunicado que ingresó en un "proceso preventivo de acreedores", medida con la que busca “proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos".
La decisión de la empresa surge tras un proceso de negociación en el que el directorio de la productora de alimentos intentó el “reperfilamiento” de las deudas contraídas luego de una serie de inversiones. La medida fue tomada a raíz de las demandas judiciales promovidas “por una minoría”, de acuerdo a la explicación ofrecida.
En otro pasaje del comunicado sobre su situación judicial y financiera, Molino Cañuelas advirtió sobre las crisis económicas que se vivieron en el país durante la última década, subrayando los devaluaciones que sufrió el peso argentino en 2018 y 2019.
"Sólo durante el 2018 el peso se desplomó más del 50% contra el dólar", señalaron, agregando que "una nueva turbulencia registrada en el país en agosto de 2019, sumada a la crisis mundial por el Covid en 2020 (...) provocaron un nuevo e inevitable cambio de escenario", indicaron desde la empresa.
Molino Cañuelas aseguró haber trazado un plan de inversiones con una estrategia que apuntaba a cancelarlas con "un mecanismo de capitalización de la Compañía en los mercados bursátiles local y del exterior". Los inconvenientes del mercado, según la explicación, alteraron esa planificación.
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A continuación, el comunicado completo de Molino Cañuelas:
Molino Cañuelas S.A.C.I.F.I.A., (Molino Cañuelas) informa que, pese a los esfuerzos realizados en estos últimos años de negociaciones, y no obstante al consenso alcanzado con una relevante cantidad de las instituciones financieras involucradas, incluida la banca nacional y organismos multilaterales, las acciones judiciales promovidas por una minoría de entidades financieras forzaron a la Empresa a solicitar, conjuntamente con la firma Compañía Argentina de Granos S.A. (CAGSA), la apertura de su Concurso Preventivo de Acreedores.
Con esta medida busca proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos de la Empresa y los intereses de los propios acreedores, manteniendo su estructura productiva y asegurando su continuidad operativa en todas sus plantas y establecimientos industriales y comerciales. Cabe recordar que, en la última década, Molino Cañuelas llevó adelante un importante plan de inversiones, el cual, en gran parte, se cancelaba con un mecanismo de capitalización de la Compañía en los mercados bursátiles local y del exterior mediante una Oferta Pública de Acciones pero, la alta volatilidad que se registraba en ese momento en las principales bolsas del mundo y la performance económica negativa de la Argentina, redundaron en una falta de interés de los mercados que obligó a la Compañía a desistir del proceso.
Esto, sumado a las sucesivas crisis económicas vividas por nuestro país, donde solo durante el 2018 el peso se desplomó más del 50% contra el dólar, obligaron a la Empresa a postergar el pago de ciertos compromisos e iniciar un proceso privado de re-perfilamiento del total de su deuda financiera. Con ese objeto se conformó un Comité de Acreedores integrado por los principales acreedores financieros de ambas compañías, con el que en marzo de 2019 había alcanzado un principio de acuerdo. Sin embargo, la nueva turbulencia financiera registrada en el país en el mes de agosto de ese año, y la abrupta devaluación de la moneda local, sumado a la crisis mundial por el COVID en 2020 y las dificultades propias que esto generó en la Argentina provocaron un nuevo e inevitable cambio de escenario para todos los participantes de la restructuración, e incluso hizo que algunos bancos decidieran suspender su participación en dicho Comité, alejando la posibilidad de obtener un acuerdo definitivo.
A pesar de ello se continuó trabajando durante todo el 2020 y parte del corriente año, en pos de lograr ese acuerdo consensuado, que, lamentablemente quedó frustrado por el efecto de medidas judiciales individuales.
Por tal motivo y con el fin de asegurar la continuidad de sus actividades productivas propias de una industria esencial, proteger a sus más de 3000 trabajadores, sus activos y los intereses de los propios acreedores, Molino Cañuelas, en conjunto con CAGSA, debió presentarse en concurso preventivo de acreedores.
Es importante destacar que, en todo este proceso, la Compañía logró sostenerse a partir de su propio capital de trabajo y del aporte de los accionistas.
Localmente, Molino Cañuelas opera 15 plantas industriales en 6 provincias, con una gran capacidad de innovación. Durante los últimos 2 años logró lanzar unos 150 nuevos productos al mercado. Es el principal productor de harina de la Argentina y otros bienes de primera necesidad y líder en exportación de harina de Latinoamérica, comercializando sus productos a más de 60 países en todo el mundo.
Actualmente, Molino Cañuelas se encuentra operando con normalidad en todas sus plantas y continuará haciéndolo durante este proceso, incluso siguiendo con su plan de lanzamientos de nuevos productos, al mismo tiempo que sigue siendo optimista y espera llegar a una negociación definitiva en el corto plazo.”
LC/FF