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Murió a los 87 años

Magdalena Ruiz Guiñazú: "tan gigante como simple"

"Que puedas descansar en paz Magda, pero no te vayas lejos… estate cerca… el periodismo te necesita", el recuerdo de Nuria, una de las integrantes de su "pelotón".

Nuria Am con Magdalena 20220906
Nuria Am con Magdalena. | CEDOC

Qué difícil escribir sobre vos en este momento. Qué difícil poner en unas líneas lo que muchos como yo, probablemente sientan hoy

Pertenezco a una generación que creció con la radio AM prendida en casa en la mañana, temprano, al salir para el colegio. Esa generación que te escuchaba decir por Radio Mitre: “a ponerse el traje de oso que son las 7 y 30”.  Esa generación que con el correr de los años, y en mi caso, interesada por mi vocación, supo de vos que habías tenido la valentía de pocos. Llamabas a las cosas por su nombre y tenías un coraje arrollador para los tiempos en los que para las mujeres era mucho, pero mucho, más difícil que ahora.

Tenía 21 años y llegué por un casting a tu radio. Claro. Tu radio. Si decir Radio Mitre era decir tu nombre. Entré para leer las noticias. Y Dios quiso que fuera en tu horario, y desde tu estudio: wauuuuuuuuuuuuu!… escucharte a vos que eras tan familiar en mi casa, pero ahora enfrente mío. Verte con tu mesa llena de diarios, con el café temprano, interesada en lo que le pasaba a cada uno de tu equipo… Los regalos que a veces llegaban para vos los repartías (parece una pavada pero en el medio es sabido que no es lo más común…), más que repartirlos los sorteabas y te ocupabas de armar hasta los papelitos del sorteo… Te preocupabas porque hubiera buen clima… Sorprendías con un desayuno, venías con los paquetes de sándwiches de miga, eras amorosa y lo demostrabas: “Nurita, tengo una pollera que me traje de afuera y ya no me va, a vos te puede andar, mañana te la traigo.” ¿De verdad? ¿Magdalena se preocupa porque tiene en su placard una pollera que no le va y le parece que me puede ir a mí? Si, a mí o a cualquiera de mis compañeros…. 

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El tiempo fue pasando y mi trabajo en la radio creciendo… Un día me dijeron que tenía que hacer tu programa acompañando a Marcelo Bonelli durante tus vacaciones… Qué responsabilidad y qué orgullo…. Y vos volvías tan agradecida con regalos para cada uno, sí, para cada uno. No podía identificar si llegabas a darte cuenta que era para nosotros, los que como yo éramos parte del pelotón de periodistas de ese momento, que estar al lado tuyo era un montón. 

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Escucharte en cada nota era un placer. Le decías al que tenías del otro lado lo que te parecía, lo que pensabas, nada te hacía dudar. Enfrentabas sin una mueca hasta al más preparado de los políticos. Entrevistabas en inglés, en francés o en italiano, si era necesario. 

Tu nivel de compromiso era único. Pero no frente a algunas cosas, frente a todo. Desde tu rol en la #CONADEP y en hablar en público de lo que pasaba en esa época de la Argentina, hasta ir a pelearte con quien correspondiera porque te parecía injusto lo que pasaba con algún compañero de trabajo. Con un profesional ya formado, o con alguno de los del “pelotón”. 

Eras grande Magda, y divertida. Te gustaba salir de noche. Ir a los eventos a los que te invitaban aunque durante casi 30 años tuvieras que levantarte a las 4 y 30 de la mañana.

Nos convocabas a tu casa, la que vos personalmente te ocupabas de preparar para los almuerzos de fin año. Estabas presente cuando nacía un bebé, en un cumpleaños y hasta prestaste tu casa de tu lugar más preciado en Uruguay… Así de generosa, de comprometida, de cariñosa.

Conociste el dolor más profundo con la partida de tu hijo, luego la del Tano, tu gran compañero…, madre orgullosa que enfrentó el desarraigo de una de sus hijas, abuela presente… 

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Los premios no te agrandaban: 18 Martín Fierro, uno de Oro, y te acordaste de cada uno de los que estuvieron a tu lado al agradecerlos.

Sufriste el destrato y las agresiones y también supiste responder a ellas con altura.

Sos una referencia inevitable para todos los que elegimos esta profesión.

Sos la mina que cualquier mujer periodista quiere imitar.

Sos la profesional que en estos momentos de polaridad, de grieta, de la mención al discurso del odio, de lo difícil de aceptar la opinión del otro, de la falta de repregunta en muchos casos, de la mirada sesgada y del ventajismo, deja un vacío enorme, querida Magda.

Leí infinidad de chats donde ya se te extraña y se te recuerda. Que puedas descansar en paz Magda, pero no te vayas lejos… estate cerca… el periodismo te necesita. 

Los que arrancamos muy chicos con vos, hoy, con tu partida, nos hicimos grandes.

Gracias por tanto. Y aunque ya no estés físicamente, como te dije muchas veces, te quiero y admiro, siempre.

*Nuria Am es conductora en televisión, locutora en radio y periodista especializada en política.