Años después de haber denunciado hechos de abuso dentro de la agrupación kirchnerista La Cámpora, la influencer Marisol De Ambrosio, también conocida como “Marie Sindo”, relató desde España la historia de abuso y acoso que vivió mientras fue militante, situación que luego se replicó cuando trabajó en la agencia de noticias estatal Telam y al integrar un grupo de periodistas feministas.
“Viví situaciones desagradables que no voy a desglosar. La política es una mierda, el que quiera entrar que sepa que se va a meter en un barro”, dijo la periodista en un video en el que contó que tuvo un "paso fugaz" por la militancia en un lugar "errado", refiriéndose a la La Cámpora.
Estas situaciones la llevaron a alejarse del periodismo y mudarse a Barcelona, España, desde donde actualmente se desempeña como creadora de contenidos e influencer de decoración. Lejos del país, sintió que podía hablar abiertamente de lo que vivió dentro de la militancia, el periodismo y el feminismo.
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En 2018 –poco después de la impactante denuncia de abuso de Thelma Fardin– De Ambrosio había apuntado contra el ahora ministro de Ambiente Juan Cabandié “como uno de los más famosos acosadores de La Cámpora”, y Julián Eyzaguirre, quien ya había sido denunciado por violencia de género, y reprochó que durante mucho tiempo las militantes “nos callábamos porque ‘no convenía’ hablar de abusos en las filas kirchneristas”.
“Las que nos fuimos en silencio hace años hoy denunciamos, no porque seamos antikirchneristas, ni traidoras, sino porque no nos callamos más (...) Es una estructura de poder machista que yo conozco bien desde sus inicios”, expresó.
"He sido víctima de entornos hostiles y de malas decisiones"
En esa línea, rememoró además su paso por la agencia de noticias del Estado, donde trabajó desde 2013 hasta 2020. “Siete años estuve trabajando en Télam, en un ambiente hostilísimo que no se pueden imaginar el nivel de hostilidad”, dijo en el video publicado en YouTube.
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Contó, entre varias situaciones, que un colega, periodista de la agencia, la llamaba “pendeja poco inteligente” delante de toda la redacción, y que una vez otro colega la encerró en un ascensor.
Durante esos años, cuando trabajaba como periodista acreditada para Télam en Casa Rosada, dijo, un compañero la amenazó y le pidió que “no mande tan rápido las notas porque él quedaba como un pelotudo”.
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En otra ocasión, en coberturas políticas, un colega –según denunció– le dijo “vos tomá café con quien quieras, pero las notas las escribo yo”, desestimando su trabajo como cronista política. “Yo no olvido. Ese nivel de hostilidad creo que no lo voy a vivir nunca más en la vida. Mi objetivo en la vida era tener una carrera profesional”, explicó la mujer.
Tiempo después, sostuvo que en Télam le dijeron: “Vas a hacer tu labor desde el edificio de Belgrano”. Y agregó: “Ahí es donde estaba la paria”.
Fue en diciembre de 2018, cuando Thelma Fardin hace su denuncia contra Juan Darthés, que ella decide publicar parte de lo que vivió: “Yo venía callándome un montón de situaciones espantosas y La Cámpora salió a apoyar a Thelma…”, dijo al señalar la ironía de que la agrupación apoyara el caso, siendo que al interior de la organización se callaban otros abusos.
“No soy víctima de nada, obviamente he sido víctima de entornos hostiles y de malas decisiones”, consideró.
"Me metí en un grupo de periodistas feministas, y había dos que eran terribles soretas"
Más adelante, también cuestionó en duros términos al grupo de periodistas feministas que integró porque, al señalar algunas discrepancias, la acusaban de ser “macrista” o de que “la operaban”. “Si vos hablas o decís algo te dicen que te operaron, o que sos macrista”, contó.
“Me metí en un grupo de periodistas feministas, y había dos que eran terribles soretas: especialmente una cabeza de termo: fui a la casa para charlar y coordinar acciones y después escribió un mensaje en el grupo de 200 personas preguntándome si yo era macrista. Hermana, no entendiste nada”, planteó.
Por último, Marisol aseguró que jamás volvería ni a la militancia ni al periodismo, y que no se siente interpelada ni asociada a términos como “feminista, peronista o kirchnerista”.
ag / ds