La ciudad de Melbourne, la segunda más poblada de Australia, se convirtió el domingo pasado (3 de octubre) en el territorio con la cuarentena más larga del mundo. Alcanzó los 245 días de confinamiento estricto, superando a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Contando este lunes (4 de octubre) ya son 246 los días de encierro que llevan los más de cinco millones de habitantes de esa ciudad perteneciente al continente insular de Oceanía. Allí se mantiene una dura política de restricciones para intentar contener la pandemia de Covid-19, que ya tuvo varios rebrotes.
Con ese confinamiento fue que superó a la cuarentena cursada en CABA, donde se mantuvo la decisión de no circulación de las personas durante 244 días; cumplidos a través de dos fases, la primera entre el 20 de marzo y el 11 de noviembre del año pasado; y la segunda, de menor duración, entre el 21 y el 31 de mayo del 2021.
Durante el extenso confinamiento, los ciudadanos de Melbourne debieron permanecer en sus hogares, sin poder salir a las calles. Las excepciones a la circulación, tanto en Melbourne como en Buenos Aires, han sido para trabajadores esenciales y compras de alimentos, así como la de algunas actividades deportivas con una limitación de tiempo y distancia.
Los habitantes de la localidad de aquel continente, capital del estado de Victoria, tampoco podían abandonar la ciudad, y la mayoría de los tiendas y empresas permanecieron con las puertas cerradas al público.
Además de esta ciudad, las autoridades del país de Oceanía también impusieron estrictas medidas en Sídney (la más poblada) desde el 26 de junio, y en el Territorio de la Capital, donde se encuentra Canberra, desde agosto.
Melbourne tiene entre sus planes empezar a salir de su confinamiento a finales del octubre, una vez que se alcance el 70% de la población completamente vacunada.
De todas maneras, se estima que superará ampliamente el récord mundial que encabezaba la ciudad de Buenos Aires, dado que en el estado de Victoria los contagios continúan en un aumento exponencial desde agosto y el primer ministro local, Daniel Andrews, quien adelantó que no descarta extender las restricciones si la situación sanitaria lo amerita.
El descontento de la sociedad con el extenso confinamiento generó varias protestas a lo largo de septiembre, provocado la detención de decenas de personas. Australia ha logrado vacunar contra el coronavirus a casi el 46% de su población con dos dosis y al 66% con una. Los contagios en el país continúan en aumento y se registra un promedio cercano a los dos mil casos diarios.
MF CP
