En la cumbre de cancilleres del Mercosur, Santiago Cafiero y su par uruguayo Francisco Bustillo protagonizaron un duro cruce que reflejó el momento de tensión que atraviesa el bloque en línea con la insistencia de Uruguay de avanzar con un acuerdo por fuera, pese a la advertencia de Argentina, Brasil y Paraguay.
El Mercosur atraviesa un momento decisivo. Un día antes de la asunción del presidente argentino Alberto Fernández como presidente pro témpore del bloque, los máximos representantes diplomáticos de Argentina y Uruguay se encontraron en la Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común con los Estados Partes y Bolivia, celebrada este lunes 5 de diciembre en Montevideo.
El motivo no fue una novedad, considerando la insistencia del gobierno uruguayo, en manos de Luis Lacalle Pou, de avanzar con los tratados de libre comercio con China y el Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), encabezado por Australia y Nueva Zelanda. Asimismo, en bandeja está las postergadas negociaciones sobre un acuerdo con la Unión Europea.
El Mercosur busca reencauzar a un Uruguay rebelde
El Mercosur debe "aggiornarse": la defensa del canciller uruguayo
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, fue categórico al referirse a los motivos detrás de los intentos por negociar por fuera del bloque regional. "Desde Uruguay, hemos tenido ya una visión crítica: el Mercosur debía estar a la altura de sus tiempos y desafíos, y no uno que languidece en discusiones bizantinas. Seguimos advirtiendo las mismas deficiencias", indicó.
En ese sentido, pidió que el Mercosur "se aggiorne" (se adapte), que se "modernice" para "hacer frente a los desafíos del hoy, ayer y mañana". "Tenemos que reforzar nuestra vocación de integración regional, proyectos de integración con un mercado ampliado, capaz de estrechar lazos con otros países y bloques, no podemos darnos el lujo del inmovilismo", consignó Bustillo, el funcionario que la semana pasada presentó la propuesta del Acuerdo Transpacífico (CPTPP) que integran once países, entre ellos Perú y Chile.
La palabra de Santiago Cafiero
El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, Santiago Cafiero, lamentó la postura del gobierno de Lacalle Pou y sus "actitudes unilaterales" que podrían "desembocar en una ruptura" del Mercosur. "Nos preocupan ciertas actitudes unilaterales, lo hemos expresado en la nota", subrayó, en referencia a la declaración conjunta de Argentina, Brasil y Paraguay en la que se condenó el accionar de Uruguay en detrimento del bloque.
"Es contrario a las normas del Mercosur, es violatorio a la regla del consenso, base del Mercosur", indicó Cafiero, que también resaltó que esa actitud refleja "falta el testimonio del concreto y recíproco del tratado de Asunción, y la correspondencia política".
Luego del acalorado encuentro, Cafiero manifestó públicamente la necesidad de "generar resultados equilibrados para todas las partes", resaltó que las negociaciones llevan tiempo e hizo un llamado a la unidad, en particular para proteger los intereses de los sectores productivos de todas las economías del bloque. "El Mercosur constituye una herramienta clave para contrarrestar la tendencia a la primarización de nuestras economías", comenzó diciendo en su hilo de Twitter.
"Ningún acuerdo es viable y sustentable si luego profundiza las brechas productivas y científico-tecnológicas con otros bloques. La política industrial sigue siendo la clave para el desarrollo del empleo y la conquista posterior de mercados. Es importante además que la agenda externa del bloque contemple los intereses exportadores de todos los socios y de todos nuestros sectores productivos", cerró.
Los cancilleres de Brasil y Paraguay coincidieron con la postura argentina. "No hay lugar para segundas interpretaciones", dijo el paraguayo Julio Arriola. Su homólogo brasileño, Carlos Granca, pidió "discutir de manera franca, respetando los mecanismos del bloque".
Las negociaciones con la Unión Europea
Con respecto a las negociaciones para profundizar los vínculos comerciales con la Unión Europea, Cafiero y Bustillo encontraron ciertas coincidencias pero también puntos de desacuerdo. Bustillo denunció que el Mercosur "es una "zona de libre comercio imperfecta" y la necesidad de que se abra al mundo. "Nuestro último acuerdo comercial es de 2011, no tenemos acuerdo con ninguna de las 10 potencias más importantes del mundo. Si no nos permitimos criticarnos, estaremos condenados a la intrascendencia", señaló.
Por su parte, Cafiero se mostró de acuerdo a avanzar en las negociaciones con el bloque europeo pero advirtió sobre las consecuencias. "Será el instrumento más trascendente del bloque, aunque presenta riesgos por la competencia con empresas europeas con mayores recursos", dijo. En ese sentido, evocó la "poca flexibilidad" de la UE, en referencia a los estándares que exige (por ejemplo en materia ambiental) para las exportaciones sudamericanas.
cd / ds