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Punto de partida de 2023

La foto de la noche electoral generó una nueva rencilla entre líderes de JxC

Radicales y macristas impulsaron la idea de un búnker para la mesa nacional para evitar que Larreta quede mejor posicionado. Bullrich, Morales, Lousteau y Macri, en la imagen.

Postales opositoras: Larreta y Santilli, Patricia Bullrich; Manes con Valdés y Morales; un acto de Lousteau; Macri en campaña y Elisa Carrió.
Postales opositoras: Larreta y Santilli, Patricia Bullrich; Manes con Valdés y Morales; un acto de Lousteau; Macri en campaña y Elisa Carrió. | Cedoc

Cada movimiento político es analizado por los referentes nacionales de Juntos por el Cambio como una oportunidad para quedar un poco mejor posicionados en la pelea por los liderazgos del espacio. Y la foto de la noche del domingo, con los resultados de las urnas todavía frescos, es el nuevo capítulo en esas rencillas. Por eso, la mesa nacional de la alianza opositora ya definió tener su propio búnker para dar una conferencia de prensa y darle una impronta nacional a las primarias. El principal objetivo de algunos de ellos: que ninguno de los presidenciables pueda quedarse con el lugar protagónico en la marquesina.

Todas las miradas, sin dudas, apuntan a Horacio Rodríguez Larreta. La novedad, en esta elección, es que Costa Salguero dejará de ser el centro neurálgico del poder de JxC. Por lo menos en las apariencias. Centro de operaciones del PRO en cada elección, ahora quedará solamente para la lista que encabeza María Eugenia Vidal. En la lógica natural del macrismo, el lugar podía servir también para centralizar todos los mensajes, tanto el bonaerense como el nacional. Pero desde el radicalismo, con el aval de Patricia Bullrich y también de la Coalición Cívica, decidieron cambiar de locación.

“Horacio quería a todos en Costa Salguero, pero le dijimos que no”, relata una de las fuentes consultadas. El radical Gerardo Morales viene siendo uno de los que con más vehemencia buscan condicionar la consolidación de Larreta. Primero logró imponer la idea de que Facundo Manes tenga búnker propio en territorio bonaerense, algo a lo que Diego Santilli se terminó sumando para dar imagen de unidad. Después se impuso también la idea del búnker nacional.

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Con tensión por los búnkers, buscan dar muestras de unidad

“Nadie quiere que rijan las reglas del dueño de casa”, explican desde la mesa nacional para justificar el armado, que se decidió que fuera en Espacio Figueroa, en Palermo. Hasta allí llegarán los presidentes de los tres partidos (Bullrich, del PRO, Alfredo Cornejo, de la UCR, y Maxi Ferraro, de Coalición Cívica) pero también los gobernadores radicales (Morales, Rodolfo Suárez y Gustavo Valdés) y otros referentes, como Mauricio Macri y Miguel Pichetto. También se espera a los líderes parlamentarios, pero hay que ver quiénes pueden llegar a tiempo. Cristian Ritondo y Martín Lousteau serán de la partida. Y Larreta.

“Acá se larga una carrera y todos piensan que no tiene que ser con la primacía de unos sobre otros”, razona una de las fuentes que justifica el movimiento de lugar. “Es una discusión menor, con los triunfos de Vidal y Santilli, Horacio será el ganador o, por lo menos, uno de los ganadores”, retruca otra voz.

Desde Uspallata ya vienen craneando el mensaje para transmitir desde el larretismo la noche de la elección: “La estrategia funcionó”, dicen. Se refieren a haber tensionado al máximo la cuerda con los sectores más duros (Bullrich y Jorge Macri) para terminar con Vidal y Santilli como las candidatos a ambos lados de la General Paz. Si le sale bien, el jefe de Gobierno porteño quedará fortalecido en la interna.

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El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la precandidata a diputada María Eugenia Vidal.

“La popularidad y la lógica política va por otro lugar. Tantos ganaron en la Provincia y después quedaron en nada”, aseguran desde el interior de la alianza. Por eso quieren que la noche de la elección la mirada apunte a dos cuestiones: el resultado nacional, que esperan que pueda ser parejo (y más comparando con 2019), y la pelea por el Senado. Después de un comienzo de campaña donde la mira estaba en Diputados y la posibilidad de que el kirchnerismo se quedara con la mayoría (“Estamos a siete diputados de Venezuela”), ahora en JxC se entusiasman con la posibilidad de que en el Senado Cristina Kirchner pierda el quórum propio o, al menos, quede más debilitada.

Protagonistas. En esa mesa nacional, son varios los que buscan que la foto de la noche los deje bien perfilados para 2023. En el PRO, tanto Larreta como Bullrich ya están anotados. La titular del partido se dedicó a recorrer 17 provincias en la campaña y ante su equipo se muestra entusiasmada por las recepciones que tuvo en cada lugar que visitó. Ayer, subió a Facebook un video con sus viajes donde arranca diciendo: “Ya superamos lo más difícil, ya superamos la decepción”. Y termina con un eslogan de campaña: “La fuerza del cambio”.

También Macri juega su cuota de liderazgo en la foto. Un Larreta consolidado va, en alguna medida, en desmedro de su figura. Para el ex presidente, de todas formas, ya significó un triunfo que haya sido convocado para la campaña, tanto en Ciudad como en Provincia, más veces que las que se esperaba. Su mirada también estará en Córdoba, donde apoya a Mario Negri y Gustavo Santos.

En el radicalismo, Morales y Lousteau están enfrascados en una intensa batalla interna por la conducción del partido, que se define a fin de año, lo que a la larga redunda también en quién tiene más peso en la discusión con los socios. Al igual que Bullrich, Lousteau también hizo campaña por una docena de distritos y logró consolidar a dirigentes propios por todo el país. Instaló la figura de Martín Tetaz en la Ciudad, y seguirá atentamente a Rodrigo de Loredo en Córdoba y Maxi Pullaro en Santa Fe.