El lenguaje en su definición, es la capacidad propia del ser humano para expresar pensamientos y sentimientos por medio de la palabra. Es una construcción social y en ella hay cambios constantes. Se aprueban nuevos términos, se imprimen nuevas estructuras gramaticales y se resignifican palabras.
Así, cada momento histórico estructura su forma de hablar y escribir, asignando determinado sentido a las palabras. Basta leer crónicas del siglo XIX o simplemente recordar a nuestros abuelos, para reconocer estructuras y terminología diferentes.
La revisión y generación de teorías sociales, los avances tecnológicos y las nuevas legislaciones en todo el mundo, mantienen una tensión directa con el lenguaje. El cómo se nombra, no solo define, sino que da forma. Muchas expresiones ya no son aceptadas como chiste y sí como insulto. Esto da cuenta de los corrimientos de sentido y los avances en materia de derechos que plantean nuevos escenarios.
Lenguajes y temores: las trampas de la sutileza
Lucas Grimson, integrante de la Dirección de Adolescencias y Juventudes del Ministerio de Salud, utilizó en su discurso en el Día Internacional de la Juventud el término “les pibis”, y fue viral el video con diversas opiniones, críticas y risas. Habló sobre cómo el grupo de jóvenes pueden afrontar la pandemia, en el informe diario del Ministerio de Salud de la Nación.
Hace pocas semanas el perfil Eameo publicó unas disculpas por la utilización de la imagen de Zulma Lobato como chiste, en el contexto de haber sufrido violencia. Las críticas fueron tan fuertes que bajaron la publicación y subieron el texto. No es la primera vez que el grupo humorístico recibe cuestionamientos por el uso de imágenes de mujeres trans.
Lo mismo pasó con el periodista Rodrigo Lussich, que fue denunciado por el uso del lenguaje referido a una modelo trans como “mujer con sorpresita” en el programa de televisión “Intrusos”. Esa reproducción hace veinte años era socialmente aceptada, pero hoy ya no.
Estos últimos casos se suman a la cantidad de formas que el lenguaje imprime sobre lo aceptado y lo que no, cómo se nombran a las mujeres, cómo se hacía antes y lo que era un “chiste” hoy ya no lo es.
Payasa Filomena | El Gobierno nos hace pensar en una broma pero en una de muy mal gusto
Al aparecer las voces acalladas, las del colectivo LGBTIQ + y las de las mujeres, por ejemplo, es necesario rever el lenguaje. Aún en la Cámara de Senadores sigue siendo tema de discusión la palabra “presidenta” entre oficialistas y opositores. La RAE aparece como justificativo de los detractores de las nuevas formas, aunque hace poco reconoció este último término. Pero recordemos que las discusiones en nuestro país sobre la implicancia del organismo español en nuestra lengua, viene desde el 1800 con Juan Antonio Argerich, con la idea de la conformación de la Academia Nacional de Letras en Argentina, para evitar el colonialismo ibérico. Actualmente el organismo no acepta estas modificaciones por cuestiones lingüísticas.
Los cambios en el lenguaje hablan de una sociedad que se transforma y en medio de esa discusión, en muchos casos violenta, olvidamos que les pibis son el futuro, y que depende de todes cómo sea.