Años atrás, la historia de Nélida Sérpico emocionó al país. La mujer logró hallar al asesino de su hijo tras una solitaria búsqueda que duró ocho años y que implicó cambiar de ropa y hasta fracturarse un diente para hacerse pasar por una adicta y recorrer los pasillos de la villa 1-11-14 del Bajo Flores de la Ciudad de Buenos Aires. En 2014, el homicida, llamado Facundo Emanuel Caimo, fue llevado a juicio oral y condenado a 15 años de prisión.
Hoy, el nombre de Nélida Sérpico volvió al centro de la escena. La mujer está desaparecida desde hace un mes. Según informaron fuentes de la Policía de la Ciudad a PERFIL, el viernes 22 de noviembre un allegado se acercó a la comisaría e informó que la última vez que se supo de ella fue en la Escuela de la Medalla Milagrosa en la calle Curapaligüe al 1100, el domingo 27 de octubre, cuando fue a votar para las elecciones. Además, denunció que Sérpico había comenzado a recibir amenazas.
De acuerdo a la información brindada, uno de sus hijos contó, además, que ese día la mujer llevaba un bolso, aunque no hay datos de ningún viaje. Dijo también que recibió recibió un mensaje con un pedido de llamado de un teléfono de ella, aunque no habría podido comunicarse. La causa fue caratulada como "averiguación de ilícito" con intervención de la Comisaria 14 B de la Policía de la Ciudad y la Fiscalía Criminal y Correccional N° 18 a cargo Marcelo Ruilopez.
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El caso. El asesinato del hijo de Sérpico ocurrió el 22 de diciembre de 2005, cuando el adolescente recibió un balazo de una pistola calibre 9 milímetros el el barrio Rivadavia I, del Bajo Flores. El el amigo con el que se encontraba fue herido de gravedad. Internado, logró aportarle a la madre los datos del asesino: un miembro de la banda "Los Quebrados" llamado Facundo Emanuel Caimo.
Con esa información, Nélida inició una búsqueda que duró ocho años y que ni su propio marido conocía. Por las tardes, la mujer recorría la zona con un identikit escondido en la mano, disfrazada y con el cabello teñido para no ser identificada. Según detallaba la agencia Télam por esos años, la mujer llegó a autolesionarse, se fracturó un diente y hasta se cambió de ropa para no ser reconocida por los amigos del acusado.
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El 5 de abril 2014, luego de ocho años de recorrer la zona, Nélida encontró al sospechoso cerca de donde habían matado a su hijo. Al dar aviso a la comisaría 48 de la Policía Federal, le pidieron que llamara "nuevamente en unos minutos", por lo que debió contactar a la Gendarmería. De acuerdo al relato de los medios por esos días, la fuerza detuvo a Caimo luego de que ella les indicara a los efectivos cuáles eran las vías de escape posibles y se hiciera un operativo cerrojo.
En 2014 el caso llegó a juicio oral y el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 porteño condenó a prisión a Caimo. "Era la sentencia que esperaba, se hizo justicia", dijo Sérpico tras escuchar el veredicto de "homicidio simple" contra el asesino.
AB/FeL