En medio de las tensiones entre Nación y Ciudad de Buenos Aires respecto a los fondos de la coparticipación, las cabezas de Seguridad de ambos distritos negocian el redespliegue de las fuerzas federales de lo que alguna vez fue el Operativo Cinturón Sur.
Aunque ya hay un acuerdo respecto al traspaso de las tareas de seguridad urbana de Prefectura a la policía porteña en las zonas de Puerto Madero y la villa 21-24 Zavaleta, resta aún acordar el mecanismo para la 1-11-14, donde este martes 9 de febrero estuvo recorriendo la ministra Sabina Frederic.
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El denominado barrio Ricciardelli, emplazado en el Bajo Flores, constituye uno de los puntos más calientes del operativo de seguridad que, en 2011, desplegó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Comprende, en la actualidad, poco más de mil hombres de Gendarmería Nacional.
Como sucederá desde marzo con la Prefectura, el Gobierno de Alberto Fernández pretende que los efectivos cedan sus funciones actuales a las fuerzas porteñas pero, desde la Ciudad, reclaman que se haga de un modo gradual. De momento, las conversaciones siguen, quizás no “en términos del todo amistosos pero tampoco hostiles”, graficó un funcionario ante PERFIL.
“Las mejoras que se deben realizar para garantizar la seguridad de una zona que es de mucho tránsito y es donde los vecinos realizan sus actividades comerciales”, asegura Frederic
Este martes, la ministra Frederic visitó la 1-11-14 acompañada de las legisladoras porteñas Claudia Neira y María Rosa Muiños, los comuneros Julian Cappa, Silvia Sbravatti, referentes barriales y operadores comunitarios, además de funcionarios de su cartera. También estuvieron la titular de la Unidad Gabinete de Asesores, Cecilia Rodríguez y los secretarios de Seguridad y Política Criminal, Eduardo Villalba, y de Articulación Federal, Gabriel Fuks.
Según informaron en un parte oficial posterior, “recorrieron y supervisaron el proceso de redespliegue de la Gendarmería Nacional Argentina en el barrio Ricciardelli” con el objetivo de “diagramar políticas específicas que permitan responder a las problemáticas de seguridad locales”.
“Estuvimos recorriendo la zona donde hay más comercios del barrio Ricciardelli junto con referentes de las organizaciones sociales, legisladoras de la Ciudad y representantes de la comuna. Esta recorrida se hizo continuando lo acordado hace una semana con el Jefe del escuadrón Cinturón Sur de GNA, Aníbal Bronzetti, con quien compartimos esta visita y quien nos describió el redespliegue que la Fuerza está realizando en el barrio y sus primeros resultados”, detalló Frederic.
También reveló que abordaron “las mejoras que se deben realizar para garantizar la seguridad de una zona que es de mucho tránsito y es donde los vecinos realizan sus actividades comerciales”.
De acuerdo a lo programado entre los responsables de ambas administraciones, el redespliegue de Prefectura de la zona de Puerto Madero —donde pasaran a custodiar los diques, su ámbito original—y de sus tareas de seguridad en la 21-24 Zavaleta, se concretará oficialmente el 1 de marzo. Los negociadores reconocen, sin embargo, que puede tomar algunas semanas más, hacia mediados del próximo mes.
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Con Gendarmería y la 1-11-14, los plazos para la transferencia podrían extenderse un poco más. De movida, en la visita de Frederic a la zona, surgió la necesidad de reubicar a la fuerza en base a coordenadas que las organizaciones territoriales sugirieron como las más sensibles. Parte de esas tareas preventivas y de seguridad deberían ser asumidas, en el corto plazo, por la Policía de la Ciudad.
Desde la cartera nacional destacan que las negociaciones se remontan a un convenio firmado en febrero de 2020, en la única reunión presencial del Consejo Federal de Seguridad, en Tucumán, entre Nación y Ciudad. Allí se fijó el futuro redespliegue de las fuerzas federales en el distrito porteño. Aún en el marco de las fricciones por los fondos coparticipables, el diálogo sigue su curso sobre la base de lo que la gestión de Fernández entiende que es un operativo que perdió su razón de ser en su concepción original, tanto en el plano legal como en la práctica.
De momento, las conversaciones entre Nación y Ciudad siguen, quizás no “en términos del todo amistosos pero tampoco hostiles”, graficó un funcionario ante PERFIL.
El Operativo “Cinturón Sur” fue creado en base al decreto 864/2011 para “optimizar el servicio de seguridad ciudadana en la Capital Federal mediante la complementación operativa sinérgica de los cuerpos policiales y de las fuerzas de seguridad federales por zonas.” En su artículo 2°, delimitó geográficamente esa región operativa a lo largo de los barrios del sur de la Ciudad de Buenos Aires: Villa Lugano, Villa Soldati, Bajo Flores, Nueva Pompeya, Barracas y La Boca.
La Gendarmería tomaría posiciones con 1250 efectivos y Prefectura con otros tantos, además de motos, patrulleros y camionetas. Funcionaba, a la vez, como un paliativo por el demorado traspaso del área de Seguridad a la Ciudad. Al llegar al poder nacional, Mauricio Macri y Cambiemos cuestionaron la efectividad del operativo y lo dieron de baja con el decreto 66/2017. Pese a ello, en la práctica, siguió operando.
Un año antes, en enero de 2016, ya se había dispuesto la transferencia de las tareas de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires. Y la gestión de Horacio Rodríguez Larreta dio forma a su propia fuerza en enero de 2017, con cerca de 19 mil hombres que traspasaron de Nación y a los que se sumaron los cinco mil que ya integraban la Policía Metropolitana. Si a eso se añaden las tres camadas recibidas entre ese año y 2019, el número rondaría los 26.500 efectivos hoy, acorde un cálculo realizado por la diputada porteña Neira. Desde la Ciudad responden que muchos ya se retiraron.
“Tomando un número más o menos actualizado de cantidad de habitantes de la ciudad (3.075.646) y tomando la cantidad total de efectivos —solamente— de la Policía de la Ciudad, tenemos una tasa de casi 862 policías cada 100 mil habitantes”, indica un informe que elaboró la legisladora del Frente de Todos. Si a eso se añaden los tres mil efectivos que conforman hoy el operativo Cinturón Sur, según Nación, “la tasa se va a 959 policías cada 100 mil habitantes”.
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Neira lo compara con los 625 policías cada 100 mil habitantes que se registran en Córdoba o los 630 de Santa Fe. En un tuit, a poco de concluir su visita al barrio con Frederic, la legisladora reclamó que "el Ejecutivo Porteño avance en su soberanía en materia de seguridad mediante la presencia de Policía de la Ciudad en el Barrio Ricciardelli 1-11-14” e informó sobre la presentación de un proyecto de ley en ese sentido porque “el Operativo Cinturón Sur —como funcionaba previo a la transferencia— sería contradictorio con la normativa vigente e incluso afectaría la autonomía de la Ciudad”, aclara en su informe.
Desde Nación, enfatizan que no se trata de un retiro de fuerzas. “Ni un chantaje”, remarca un funcionario del área. Sino que están dispuestos a que las fuerzas federales continúen operando con un rol “subsidiario” luego que la Policía de la Ciudad asuma las tareas esenciales en esas áreas del sur. Y de lo que se trata es de pasar de un sistema “rígido” como el actual a uno más flexible, para que Gendarmería y Prefectura trabajen en coordinación con la policía porteña en tareas vinculadas, sobre todo, al delito complejo y el crimen organizado. Dos flagelos que castigan con dureza la zona de la 1-11-14 y el territorio aledaño.
mb / ds