El Teatro Colón de Buenos Aires quiere rendir su propio homenaje a Luis Alberto Spinetta. Y eligió el lunes 22 de mayo a las 20 horas, para celebrar los 50 años de la aparición de uno de los álbumes más emblemáticos del “Flaco” Spinetta, Artaud.
Mañana es mejor será el nombre de este concierto extraordinario que responderá a la puesta, el piano e incluso los arreglos de Adrián Iaies (30 títulos en su discografía, creador de bandas musicales para Sergio Renán y Eliseo Subiela; la Dirección Artística del Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires durante 12 años; la Dirección Artística de La Usina del Arte 2016-2020; Konex de Platino al mejor músico de jazz 1995-2005)
Acompañarán a Iaies, las voces de Deborah Dixon y Sol Liebeskin, con dos invitados especiales, Emilio del Guercio (además de bajista, integrante de Almendra y vocalista de 4 de los temas de la edición de Pescado rabioso) y Santiago Arias (que también acompañará con su bandoneón).
¿Y la orquesta? sí claro: dirigida por Ezequiel Fautario, se compone de flauta (Juampi Di Leone), oboe y corno inglés (Lis Rigoni), clarinete en si bemol y clarinete bajo (Emiliano Alvarez), fagot (Julieta Di Fede), primer violín (Guillermo Rubino), segundo violín (Natalia Cabello), viola (Elizabeth Ridolfi), violonchelo (Paula Pomeraniec), guitarra y guitarra eléctrica (Rodrigo Agudelo), contrabajo y bajo eléctrico (Santiago Lamisovski) y batería y percusión (Carto Brandán).
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La coordinación escénica quedará en manos de Facundo di Stéfano; la iluminación, en Ariel Conde; y sonido, Nicolás Di Chiazza.
Spinetta en el Colón
Lo más curioso es que hoy a más de quince días de la cita, el Teatro Colón de Buenos Aires informa que ya se vendieron prácticamente todas las ubicaciones para esa fecha y que aún no se sabe si se repetirá –es probable, o al menos aconsejable.
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Artaud es el segundo álbum solista de Spinetta, pero su gestación fue simultánea a Pescado Rabioso, la banda que integró en 1971 con David Lebón, Black Amaya y Carlos Cutaia. Por eso, para otros es –con menor precisión- el tercer álbum de estudio del grupo de Spinetta, que siguió a Almendra y Muchacha ojos de papel.
Lo "pescaron" solitario y rabioso
Y finalmente, el 28 de octubre de 1973, Pescado Rabioso ya no existía más:
“Primero se fue Cutaia, después David y después yo –contó Amaya a Alfredo Nomiesky. El Flaco se quedó solo, sentado en una butaca de la sala Planeta [donde presentaba su material públicamente], se sintió abandonado porque quería seguir tocando con Pescado, y me dijo que no iba a tocar nunca más conmigo. Como se quedó solo y quedaba pendiente grabar un disco más con Microfón, grabó Artaud con los temas que tenía para Pescado Rabioso; cuando escuché Artaud me quería matar”, resumió el ex integrante.
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El álbum, que toma su nombre del escritor francés Antonin Artaud, incluyó temas que fueron elegidos entre los mejores de la historia del rock nacional: Cantata de puentes amarillos (inspirado en un cuadro de Vincent Van Gogh) Bajan, Todas las hojas son del viento, Por y Cementerio Club.
Con Artaud, Spinetta quiso poner distancia de los cánones hasta entonces vigentes del rock nacional. No sólo por el cuadrante de los temas que compuso (con más acústica y jazz que los anteriores) sino también en lo formal porque era un disco “sin cuadrante”: en vez de un disco redondo en un sobre cuadrado, Spinetta presentó su trabajo –diseñado por Juan Gatti- en un sobre que era un octógono irregular, de color verde y con un toque amarillo abajo, a la izquierda. La explicación venía en el sobre blanco que contenía el disco de pasta: “
“¿Acaso no son el verde y el amarillo cada uno de los colores opuestos de la muerte. El verde para la resurrección y el amarillo para la descomposición, la decadencia?” Antonin Artaud (Carta a Jean Paulhan, París, 1937)”, decía en letras de imprenta mayúsculas.
Y contado por el mismoSpinetta años después, los productores del disco le ofrecían de rodillas “incluso hacerla de oro con tal de que fuera cuadrada” porque las disquerías devolvían los discos porque no sabían cómo exhibirlo, ya que obviamente no entraban en las bateas.
Y aunque fue “un solo”, quedó claro que Artaud llevó a Spinetta muy lejos: para la revista Rolling Stones es el mejor álbum del rock argentino, y ese reconocimiento terminó de consagrarlo entre un público de culto que aún lo acompañará, seguramente, en el Teatro Colón, a 50 años de ese hito musical en solitario.
Efectivamente, el 28 de octubre de 1973, Luis Alberto Spinetta se presentó de mañana y solamente acompañado por los sonidos de su guitarra acústica en el Teatro Astral, para cantar temas de Almendra y Pescado Rabioso.
Pese a todo, por pedido expreso de Spinetta, la grabación del disco recordaba que esos temas los había compuesto a partir de 1971, para tocarlos con Pescado Rabioso, pero no pudo ser.
“Para Artaud la respuesta del hombre es la locura; para Lennon es el amor. Yo creo más en el encuentro de la perfección y la felicidad a través de la supresión del dolor que mediante la locura y el sufrimiento. Creo que sólo si nos preocupamos por sanear el alma vamos a evitar distorsiones sociales y comportamientos fascistas, doctrinas injustas y totalitarismos, políticas absurdas y guerras deplorables. La única forma de hacer subir el peso es con amor”, le decía Luis Alberto Spinetta, en 1986 al periodista Eduardo Berti (El Periodista).