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Agroindustria

Cambio climático: con manejo holístico, la ganadería puede ser parte de la solución

La ganadería regenerativa se propone como una herramienta para mitigar el calentamiento global y generar rentabilidad a los productores.

Ganadería regenerativa en pastizales
Ganadería en pastizales. | INTA

En el marco del Seminario para jóvenes “Producción, consumo y salud: nuevas tendencias en la cadena de la carne argentina” organizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el ingeniero Pablo Borrelli, cofundador de OVIS 21, disertó sobre “Ganadería regenerativa de triple impacto”. 

Borrelli señaló que la ganadería está señalada con el dedo como parte del problema por las emisiones que genera de dióxido de carbono y otros gases. La ganadería tradicional es de bajo nivel de insumos y baja productividad, responsable  de enormes daños de degradación de tierras, uso sistemáticos del fuego y deforestaciones.

Según el técnico, “nos han enseñado que para poder salir de la baja rentabilidad había que ponerle más cosas al campo y entramos en los modelos de intensificación con más insumos y aumentan la productividad. Hay verdeos, reservas, fertilizantes, para tratar de aumentar la rentabilidad. Todos emiten mucho más carbono y no pueden balancearla con secuestro de carbono”.

Gobierno y campo se unen para que Argentina sea líder en producción agropecuaria sostenible.

Por el contrario Borrelli definió a la ganadería regenerativa como un movimiento que nace de productores y técnicos, no viene de la academia o gobiernos, y empieza con una forma distinta de tomar decisiones imitando a la naturaleza. Además “diseña y desarrolla paisajes sanos, bellos y viables. Claramente busca rentabilidad con aumento del capital social y biológico”. 

Para Borrelli, imitar a la naturaleza implica hacer funcionar la “bomba de carbono”, donde los pastizales cargan carbono y lo descargan a través del consumo de los animales herbívoros. “El pastizal acumula biomasa arriba y abajo, y los herbívoros reducen esa biomasa permitiendo comenzar el ciclo de nuevo. Sin herbívoros, no hay descarga de la bomba y la acumulación de carbono se detiene”.

Cómo implementar el manejo holístico

Se puede llegar a la regeneración a través de un manejo holístico que comienza con la definición de un contexto para tomar decisiones y un tiene un procedimiento de planificación donde se combinan pastoreos y descansos tomando en cuenta el contexto del establecimiento. El manejo holístico también incluye una planificación financiera para asegurar loa rentabilidad y diversificación de riesgos. 

Borrelli apuntó que hay un procedimiento de monitoreo denominado “Ecological Outcome Verification” (EOV) donde cada establecimiento arma su plan de monitoreo. Se puede optar por uno barato y rápido y otro a más largo plazo donde se miden los servicios ambientales.

“Con EOV podemos determinar si un campo aumentó la biodiversidad, la captura de agua de lluvia y su stock de carbono en el suelo. Además estos sistemas tiene mayor productivdad y rentabilidad. En cría, el sistema tradicional tiene 136 dólares de margen bruto por hectárea, el intensificado con verdeos y pasturas da 159 dólares, mientras el manejo holístico puede generar 240 en pocos potreros y 270 con más potreros”.

Números de margen bruto

El especialista mostró un estudio del INTA Corrientes, donde midió una tasa de 2 toneladas de carbono por hectárea y año. “En valor de mercado, el sistema tradicional tiene un margen bruto de 28 dólares, en el manejo holístico sube a 37 dólares y con los servicios ambientales asciende a 91 dólares. En este caso, el secuestro bruto es 4,4 veces las emisiones de los animales. Este sistema ganadero contribuye a limpiar el aire, porque la emisión de los animales es solo el 25% de lo que emiten”. 

Borelli terminó su disertación haciendo hincapié en que la ganadería regenerativa “es parte de la solución porque produce más pasto al mínimo costo, el mayor bienestar animal posible con manejo libre de estrés, que generan una máxima calidad de producto. Es un negocio más rentable y resiliente frente a un horizonte de sequías y zozobras económicas. Además es una causa para los jóvenes, que los puede movilizar y hacerles sentir orgullosos al ser parte de una generación que está curando el planeta”. 

LM