Alerta máxima por arsénico en el agua: más de 4 millones de argentinos podrían estar afectados

La Organización Mundial de la Salud establece que el arsénico en el agua no debe superar las 10 partes por billón para evitar riesgos de intoxicación crónica. Diversas localidades, especialmente en Buenos Aires y Santa Fe, ya emplean tecnologías como la ósmosis inversa para asegurar la potabilidad del agua subterránea y proteger la salud de la población.

Cuál es el nivel de arsénico en agua permitido por la OMS

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Jorge Stripeikis, director del Instituto Tecnológico de Buenos Aires, quien explicó que el arsénico está clasificado como un contaminante tóxico por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y establece un nivel máximo permitido en el agua para el consumo humano. 

Según el entrevistado, cuando se excede este nivel y se consume durante un largo período de tiempo, puede causar intoxicación crónica, lo que podría derivar en una afección conocida como "arsenicismo crónico regional endémico" . Y agregó: "La OMS considera segura una concentración máxima de arsénico de 10 partes por billón en el agua, que es la unidad de medida para este tipo de concentración”.

En continuidad con el tema, Stripeikis mencionó que la variabilidad en los efectos depende de factores como la dosis y el consumo, pero generalmente los síntomas pueden manifestarse después de aproximadamente 10 años de exposición continua. Sin embargo, “es importante señalar que no siempre existe una relación directa entre la ingesta de arsénico y la aparición de los síntomas, ya que el cuerpo humano tiene mecanismos de defensa”.

Cuáles son las precauciones que deben tomarse

Con respecto a las precauciones, el entrevistado sostuvo que es fundamental en las personas que consumen agua subterránea, especialmente en lo que respecta a la ingestión directa del agua y la cocción de alimentos. Y destacó que el agua subterránea puede utilizarse de manera segura para otras actividades domésticas, como la higiene personal. 

En relación con los 4 millones de argentinos que podrían verse afectado por este tóxico, Stripeikis aseguró que, “el arsénico es un problema específico del agua subterránea, mientras que las aguas superficiales, como las del Río de la Plata o el río Paraná, no presentan este riesgo”. Y siguió: “En el caso de que se utilicen fuentes de agua subterránea, es posible aplicar tecnologías de tratamiento, como la ósmosis inversa, para eliminar el arsénico y garantizar que el agua distribuida sea segura para el consumo”.

Para finalizar, el entrevistado agregó: “Varias ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires y Santa Fe ya han implementado esta tecnología con éxito”.