¿Se podía prevenir lo ocurrido en Bahía Blanca?: "La situación ya se veía venir desde varios días antes"

Las intensas lluvias que azotaron Bahía Blanca, las cuales derivaron en una destructiva inundación, y el sudoeste de Buenos Aires, dejaron un saldo crítico en la región, con precipitaciones superiores al promedio mensual que se dio en febrero. En relación a este tema, este medio se puso en contacto con la meteoróloga, Natalia Gattinoni.

Según Natalia Gattinoni, "en un mes de febrero promedio, las lluvias no superan los 100 milímetros, pero esta vez se registraron acumulados de hasta 220 milímetros en pocas horas". Este exceso de precipitaciones provocó inundaciones severas en diversas localidades, afectando tanto a zonas urbanas como rurales.

Gattinoni aseguró que, "la situación ya se veía venir desde varios días antes". Se emitieron alertas meteorológicas debido a las condiciones de alta humedad y temperaturas cálidas que favorecían tormentas intensas. "Lo destacado fue la cantidad de lluvia en tan corto tiempo", señaló, subrayando que aunque los modelos meteorológicos anticiparon el mal tiempo, la magnitud del evento fue excepcional.

La necesidad de mejorar la prevención

Para evitar futuros desastres, la entrevistada enfatizó la importancia de una mejor coordinación entre los sistemas de alerta, la infraestructura y la sociedad. "Bahía Blanca ya había sufrido un temporal fuerte en diciembre de 2023. Es clave aprender de estos eventos y fortalecer la comunicación de alertas", afirmó.

Desde el INTA, Gattinoni destacó los efectos negativos de las lluvias en la producción agropecuaria. "Los campos ya tenían suelos saturados por precipitaciones previas, lo que generó anegamientos y complicó las tareas de cosecha", explicó. Además, las inundaciones impactaron la infraestructura rural, lo cual dificultó el tránsito por los caminos.

Disparidad en la caída de lluvia a lo largo del país

El temporal de febrero contrastó con la sequía severa que había afectado a la región en diciembre y enero. "El agua era necesaria, pero llegó de golpe y de manera despareja", indicó la meteoróloga. Mientras algunas zonas del sur de Buenos Aires quedaron anegadas, otras regiones del norte del país, como Chaco y Formosa, continuaron sufriendo olas de calor sin recibir lluvias.