Industria lechera

Tambos en alerta: “La rentabilidad promedio se volvió neutra o negativa en estos últimos meses”

El director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, Jorge Giraudo, resaltó que, “los tambos chicos tienen rentabilidad negativa ya desde el mes pasado”.

Jorge Giraudo: “Los tambos chicos tienen rentabilidad negativa ya desde el mes pasado” (Cedoc)

La industria lechera cierra 2025 con un fuerte crecimiento productivo, aunque con señales de alerta cada vez más claras en materia de rentabilidad, especialmente para los tambos chicos y medianos. En este contexto, este medio se comunicó con Jorge Giraudo, director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina.

Desde el punto de vista productivo, el balance del año es positivo. “Productivamente fue un año que se puede considerar muy bueno, hemos crecido 10% de producción, eso recupera la caída de 2024-2023 y vuelve a los valores de 2022”, explicó Jorge Giraudo. Además, destacó que, “se creció también por encima de eso en los sólidos de la leche, es decir, hubo mayor rendimiento industrial”.

La volatilidad de los precios de la leche

Ese mayor volumen tuvo dos destinos claros: “Esa leche tuvo dos destinos, 75%, 74% al mercado interno y el resto a la exportación”. El mercado doméstico mostró una recuperación respecto del año anterior, mientras que las exportaciones estuvieron condicionadas por el contexto internacional. “El precio se fue ajustando por debajo del índice inflacionario y los costos empezaron a subir un poco”, señaló.

Uno de los indicadores que mejor refleja el deterioro de la ecuación económica es la relación insumo-producto. Giraudo detalló: “Por allá por mitad del año comprábamos casi dos kilos y medio de maíz con un litro de leche, en la actualidad ese valor está en 1.7”. Esa dinámica llevó a que “la rentabilidad promedio de los tambos se torne neutra o casi negativa en estos últimos meses”, con un impacto más severo en los establecimientos de menor escala.

Situación crítica para los tambos más chicos

Los informes regionales elaborados junto al INTA muestran diferencias claras según tamaño de tambo. “Los tambos chicos tienen rentabilidad negativa ya desde el mes pasado”, afirmó, y agregó que, “los tambos medianos que todavía estaban en zona de resultados positivos en noviembre pasaron a tener resultados negativos”. Incluso los establecimientos grandes, que arrancaron el año con buenos márgenes, “cierran este año ya prácticamente con una rentabilidad muy cercana a cero”.

En el plano externo, la caída de los precios internacionales agravó la situación. “Vendíamos una tonelada de leche en polvo a 4.300 dólares en mayo y hoy está 3.100, 3.200, es decir, más de 20% de caída”, explicó el entrevistado, quien atribuyó el fenómeno al “exceso de producción que superó holgadamente la demanda” a nivel global.

A esto se suma un proceso estructural de concentración. “Hoy estamos en los 1.900 tambos en actividad en Argentina”, indicó, con un cierre anual de “unos 200 tambos”. La tasa, cercana al 2,5% anual, se mantiene estable y responde a múltiples factores como dificultades financieras, falta de sucesión familiar y problemas climáticos en regiones afectadas por inundaciones.