FLAGELO DE PRECIOS

Desde que el gobierno lanzó su "guerra" el ritmo de la inflación se duplicó

Entre marzo de este año, cuando el presidente anunció la llamada “guerra contra la inflación” y el último dato de agosto, la suba de precios acumuló el 43,87%, con un promedio mensual de 6,25% lo que deja un registro anualizado del 107%. Para el mismo período del 2021 la acumulada era de 22,72%, el promedio mensual del 3,47% y la proyección anualizada daba 50,61%, es decir, los valores se duplicaron en los últimos meses.

PASO EN FALSO. Avisar que se iba a controlar la inflación generó el efecto contrario y muchos subieron sus precios anticipando medidas. Foto: Cedoc

El jueves pasado se cumplieron 6 meses desde que el presidente Alberto Fernández anunciara que “el viernes empieza la guerra contra la inflación en la Argentina”. Pero, como se sabe, no hubo medidas novedosas, contundentes, ni, mucho menos, efectivas. Ni para el corto, ni para el mediano o largo plazo. La receta ensayado fue un mix de pasos en falso que ya mostraron su escasa o nula eficacia en el pasado, como los controles de precios, los acuerdos sectoriales de difícil aplicación o la extensión de programas de congelamiento de precios y tarifas que terminaron generando luego mayor presión por distorsión de valores relativos.

También se avanzó en la generación de fideicomisos para productos puntuales, como el trigo, para contener la suba en el precio del pan y productos afines, lo que tampoco tuvo efecto amplio. En estos seis meses, en que trabajaron tres ministros de Economía –Guzmán, Batakis, Massa- y sus respectivos equipos y secretarios de Comercio, no se alcanzó ninguna medida de fondo que controle la fuerte suba de precios.

En todo caso, hubo dos herramientas que el gobierno, a través de la mesa que maneja Miguel Pesce en el Banco Central, viene empleando desde que comenzó su gestión: el atraso en el tipo de cambio, para evitar un pase a precios producto de la depreciación del peso y la suba en las tasas de interés. La primera medida, entre otros costos, desalienta la performance de los distintos complejos exportadores con que cuenta el país, lo que ralentiza el ingreso de divisas.

La segunda herramienta aspira pesos del mercado y baja el circulante para tratar de evitar que se canalicen hacia la compra de dólares o a más consumo, que terminaría dando más inercia a la inflación. Pero muchos analistas ya remarcan dos fallas en esta estrategia: que es errática y que tiene un alto costo. Es errática porque el Central viene corriendo atrás de la inflación, a tal punto que las subas de tasas casi siempre se anuncian luego de conocerse los datos de aumento del IPC de cada mes.

Pero lo más grave es que puede ser muy dañina en términos de impacto en la actividad económica: una tasa de interés tan alta puede atentar contra los planes de inversión porque encarece el crédito, y genera baja en el consumo. Puede terminar en el siempre complicado escenario recesivo.

Se duplicó. Un aspecto muy preocupante en el marco del aumento escalonado de precios es la dinámica en que entró la inflación en los últimos meses y en particular desde el lanzamiento de la promocionada “guerra contra la inflación” que, a esta altura, solo generó material para ser usado por la oposición y para la usina de burlas y memes en las redes.

La inflación no se disminuyó y ni siquiera se estancó, muy por el contrario, alcanzó, en pocos meses, nuevos niveles, nuevos pisos para seguir su ascenso. Los datos son contundentes y remarcan que el comienzo de la guerra contra la inflación solo se tradujo en una duplicación en el ritmo de la suba de precios:

-Entre marzo y agosto de 2022: la inflación acumulada es del 43,87%, la suba mensual promedio del 6,25%y la inflación anualizada daría 107%.

-Entre marzo y agosto de 2021: la inflación acumulada era del 22,72%, la suba mensual promedio 3,47% del y la inflación anualizada daba 50,61%.

-Entre septiembre de 2021 y febrero de 2022 (inmediatamente antes del anuncio de la guerra contra la inflación): la inflación acumulada era del 18,53%, la suba mensual promedio del 3,46% y la inflación anualizada daba 50,39%.

Desde la consultora SDS también remarcan el preocupante nuevo escalón y la nueva dinámica en que ingresó la inflación en 2022 con rubros subiendo mensualmente casi al 10%, como Prendas de vestir y calzado (+9,9%) y Equipamiento para el hogar (+8,4%).

La división Prendas de vestir y calzado superó el 100% comparado contra agosto del año pasado, el dato oficial fue 109,0%. Restaurantes y hoteles no se quedó atrás, si bien no cruzó la barrera de las 3 cifras, se le acercó bastante. Dicho rubro acumuló una inflación en 12 meses de 97,5%. El rubro de los estacionales acumula una inflación anualizada del 111,5%.

“Estos datos validan las estimaciones de una inflación anual rumbo al 100% para fin de año. Estacionalmente los últimos meses del año son los más complejos en materia económica, por lo que, lejos de descender, seguirá aumentando”, plantea la economista Julieta Colella, de SDS.