RUMBO AL 26-O

El escenario electoral en Córdoba: tácticas, imprevistos y perspectivas de futuro

En una semana, las elecciones legislativas mostrarán un mapa político que podría marcar las estrategias y negociaciones de cara a las elecciones de 2027; tanto para gobernador como para presidente.

CORDOBESISMO. La candidatura de Natalia de la Sota es un elemento disruptivo en el peronismo cordobés al evidenciar las tensiones internas. Foto: CEDOC PERFIL

El tablero electoral en la provincia de Córdoba hoy es una obra de Escher, el artista holandés. Si se lo analiza en perspectiva, revela una serie de elementos que conviene considerar de cara al futuro. Las elecciones de medio término podrían anticipar desafíos y oportunidades hacia el 2027, cuando el gobernador deba revalidar su mandato.

Provincias Unidas realizó recientemente un cierre de campaña nacional en el estadio de Obras Sanitarias, exhibiendo un despliegue territorial amplio y una propuesta original centrada en el interior productivo. Este acto no solo refuerza su perfil provincial, sino que también los posiciona como una apuesta de carácter nacional.

En paralelo, la campaña del oficialismo provincial mantiene una tensa calma. Las encuestas dan ganador al exgobernador Schiaretti por escasos puntos, pero la llegada de Javier Milei para respaldar a la lista libertaria introduce un factor de incertidumbre. 

En los últimos días, el discurso oficialista se centró en la figura de Natalia de la Sota. Su candidatura se convirtió en un elemento disruptivo e inesperado que resulta funcional a los libertarios —según el oficialismo— y pone en evidencia las tensiones internas en el peronismo provincial. 

Pero la campaña también reforzó el protagonismo del actual gobernador, al destacar su gestión y al incluirlo en los afiches de vía pública junto con el eslogan “Votá por Córdoba”. Incluso, hay sondeos que indican que Llaryora tiene una imagen positiva cercana al 50%. 

El peronismo cordobés ha construido históricamente su fortaleza en la combinación de estrategias flexibles, tácticas de habilidad para debilitar al adversario, la cintura de Ortega y la pegada de Verón en el mediocampo. Así, lleva gobernando la provincia durante 26 años, ajustando su matriz política a los cambios y contingencias del partido. 

Las elecciones actuales confirman que la táctica sigue predominando sobre la estrategia: la renuncia de Rodrigo de Loredo a su candidatura, los sorprendió y obligó a replantear alianzas y mensajes, mostrando la capacidad de adaptación del peronismo.

 

Tendencias nacionales y proyección en distritos clave, según las últimas encuestas

 

De cara a 2027, Rodrigo de Loredo podría convertirse en un factor central como eventual candidato a gobernador. Su perfil le permitiría disputar a sectores de la oposición, fragmentando el voto y debilitando candidaturas alternativas, mientras que una eventual postulación de Natalia de la Sota, con su capacidad de captar un caudal significativo de votantes históricamente peronistas, podría generar un impacto disruptivo tanto para el oficialismo como para la oposición. La combinación de ambos actores podría reconfigurar estrategias, alianzas y negociaciones de manera decisiva.

En síntesis, el panorama electoral cordobés combina tradición estratégica, tácticas flexibles, imprevistos y movimientos políticos inesperados.

La historia reciente y los eventos de estas semanas muestran que la capacidad de adaptación, la negociación y la anticipación de escenarios de competencia dividida serán las herramientas clave para cualquier intento de revalidación del mandato provincial, mientras el interior productivo y la proyección nacional de Provincias Unidas consolidan su rol en la política del país.

Romper esas murallas y meter su cabeza en la conversación nacional le plantea hoy un desafío interno.