Tras el allanamiento

El Presupuesto y el juego de roles en el PJ tensionan la rosca del fin de año legislativo

El roce es constante y recalienta los ánimos para el debate del Presupuesto 2026 de Llaryora. El escenario de paridad envalentona a los halcones cambiemistas. Aún persiste la onda expansiva del estallido que significó la pesquisa judicial en la Unicameral.

El clima poselectoral marcó el pulso de la sesión Foto: cedoc

Una marcada tensión domina el pulso de la rosca legislativa en el tramo final del año. El runrún de pasillo y los pases de factura no aflojan tras el allanamiento de hace 10 días de la justicia. A eso se le suma la interna del PJ por el enroque que se producirá en el comando oficialista y la áspera discusión por el paquete económico 2026. Un combo recargado que se retroalimenta de las acusaciones cruzadas por romper los acuerdos.

La onda expansiva sigue latente ante el estallido interno que significó el allanamiento, hace dos viernes, ordenado por el fiscal anticorrupción Franco Mondino en el marco una investigación por presuntas irregularidades en la contratación de personal, derivada de la causa de la “empleada fantasma” que tiene como principal acusado al puntero peronista Guillermo Kraisman.

El personal de la Justicia irrumpió el viernes 14 en la sede de la Unicameral para ejecutar la orden del fiscal Mondino apenas 20 minutos después de que la prensa abandonara el lugar, finalizada la presentación del Presupuesto 2026 encabezada por el ministro Guillermo Acosta. Voces de la oposición descreen de la versión que desliga a las altas esferas del conocimiento previo sobre la medida judicial.

Siendo un viernes por la tarde no había legisladores. La única que se encontraba era la oficialista Nadia Fernández. “Estuvo un rato y luego se retiró”, aportó una fuente. Tampoco había funcionarios de peso de la Unicameral. El personal a puro nervios y algún que otro director de área debieron enfrentar la situación con el teléfono abierto con sus superiores. “No estaban los que tenían que estar”, se escuchó de voces de pasillo. 

El operativo en las dependencias de Administración, Legales e Informática insumió toda la tarde o un poco más, aunque el documento judicial decía 24 horas. Hubo entre 16 y 19 personas recorriendo diferentes oficinas. Sacaban fotos a donde entraban y “cargaban todo… todo” con discos externos. Un director tuvo que firmar el acta de 30 y pico de páginas de la pesquisa, según pudo reconstruir Perfil Córdoba. “Fue heavy”, calificó un interlocutor. 

 

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La medida judicial generó un estrépito interno avivada por la dura crítica que el radicalismo canalizó por los medios. El jefe del bloque UCR Matías Gvozdenovich le puso el cuerpo a la avanzada opositora y fue el blanco de toda la bronca de la cúpula de poder de la Legislatura

El deloredista ya venía acumulando “millas” por la nota dirigida al gobernador Martín Llaryora, donde la UCR planteó su queja por el “incumplimiento” del PJ a los acuerdos de Labor que se reflejó en la sesión de hace dos miércoles atrás, donde “el oficialismo exhibió su interna”, según los opositores, y que terminó a los gritos y con el portazo de los cambiemistas en el recinto. 

“LLaryora se recalentó y mandó a llamar a Myrian Prunotto. La titular de la Unicameral estuvo el martes en casa de gobierno reunida con el mandatario”, dijo una fuente acerca del “lío” que armó Gvozdenovich. Voces de pasillo critican al boina blanca por “escupir para arriba” ante el allanamiento. “El problema lo tienen ellos (por el PJ)”, retrucó un miembro de la primera minoría opositora.

A pura tensión

El interbloque Juntos por el Cambio (JxC) apunta a la “interna peronista” por el clima tenso de las últimas sesiones. En el PJ lo desmienten. Los halcones y algunas palomas cambiemistas cruzan acusaciones con las espadas oficialistas por “incumplir” los acuerdos. El áspero roce es constante y recalienta los ánimos para el debate del Presupuesto 2026.

La bancada UCR está envuelta en su rosca interna para ver qué hacen. Si fuera por los radicales duros, como Gvozdenovich, la UCR rechazaría el paquete económico para el año próximo por una serie de impugnaciones que quedaron expuestas en la encendida discusión del balance del primer año de la gestión Llaryora.

Los intendentes presionan. No quieren una pelea con el gobierno de LLaryora. Las arcas de los municipios están comprometidas por la crisis económica. Y el poder libertario ni los registra. De todos modos, la posición orgánica será consensuada con el titular del partido Marcos Ferrer y la mesa chica del Foro de Intendentes. 

Sin embargo, un jefe comunal radical no ocultó su malestar con la administración provincial. “Llaryora no ha cumplido el acuerdo federal”, afirmó. “El 1% de la ‘copa’ que iba a poner no está, por lo menos en los hechos”, advirtió. Asimismo, se quejó por la entrega “a cuentagotas” de los Focom y los créditos del Fondo Permanente. 

 

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“En mi caso hasta acá es más lo que puse que lo que nos dieron”, cuestionó y remarcó: “No lo vamos a hacer”. Así descartó el pedido a los legisladores de la UCR para que aprueben el presupuesto. Otras voces se inclinan por dar vía verde en general y el rechazo de artículos en particular, como el año pasado. 

Halcones opositores se envalentonan con repetir la foto de la sesión pasada donde el PJ puso a prueba su nueva mayoría (35) y aprobó por tan solo un voto de diferencia la rendición de cuentas del primer año de Llaryora. El alineamiento cambiemista “ampliado” junto a Rodrigo Agrelo, Agustín Spaccesi y Luciana Echevarría, aportó 34 votos por el rechazo. La ausencia de la radical escindida Graciela Bisotto desató la crítica de la UCR por ser “funcional” al PJ.

 

Juegos de roles

 

En medio de las versiones que se tejen por los movimientos en la Unicameral, atados a los cambios que hará Llaryora en su gabinete, suena con fuerza el binomio Juan Manuel Llamosas–Facundo Torres ante la partida de Miguel Siciliano a la Cámara de Diputados. La tensión escaló más allá del PJ: la oposición también levantó la guardia por el reacomodamiento oficialista.

El riocuartense asumiría en su banca y se convertiría en presidente provisorio, cargo que ostenta Torres. Voces que conocen al altagracense sostienen que su deseo es seguir en el puesto que lo ubica en la línea sucesoria del poder. Pero, si el gobernador baja la orden, Torres deberá tomar las riendas del bloque oficialista tras la partida de Siciliano a la Cámara Baja. 

El capitalino también es objeto de comentarios que lo ponen a tiro de desembarcar como coronel llaryorista en la gestión municipal de Daniel Passerini. “Todos son rumores. Lo único cierto es que Siciliano tiene que estar el martes en el Congreso para firmar los papeles de ingreso”, dijo un cercano al jefe del bloque PJ.

Quien asuma la jefatura oficialista tras el 10-D deberá lidiar con la oposición y asegurar el resultado ante la rosca legislativa por la aprobación definitiva del Presupuesto 2026, en la sesión del 17 de diciembre.