Juzgan al “Chancho” Sosa y a su banda por vender celulares en Bouwer para estafar y comercializar drogas

En la Cámara 10ma del Crimen de Córdoba comenzó este miércoles el juicio contra René Alejandro “Chancho” Sosa, acusado de liderar una banda que integraban otras cinco personas, entre ellas el guardiacárcel Mauro Casado. Les imputan varios delitos que cometían en el interior del penal de Bouwer.

Las seis personas están acusadas del delito de asociación ilícita. El fiscal Enrique Gavier sostuvo durante su investigación que, desde la cárcel, el Sosa lideraba una banda que cometía estafas virtuales, sobornaba a guardias penitenciarios, además de comandar una banda narco en el exterior.

Distintos informes de la causa indican que en 2019 se secuestraron 160 teléfonos celulares que habría ingresado la banda. Al año siguiente, cuando regían las medidas por la pandemia de Covid-19, se incautaron otros 180 aparatos de telefonía ingresados de manera ilegal.

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“Esos son solo los teléfonos que se secuestraron, pero se estima que fueron cientos más. Allí también se revendían a 500 mil pesos el más barato de los que se podía conseguir en el mercado legal”, dijo a Cadena 3 el abogado Miguel Juárez Villanueva.

Los acusados habían montado en la cárcel lo que denominan un call center tumbero para cometer estafas.

Historial del “Chancho” Sosa

El hombre acusado tiene un historial importante por diferentes delitos. En 2015 fue condenado a ocho años de prisión por comercialización agravada de estupefacientes: transportaba 18 kilos de pasta base en matafuegos.

En 2017 le otorgaron el beneficio de las salidas transitorias pero al tiempo volvió a ser detenido acusado de encargar un crimen en barrio Maldonado de la ciudad de Córdoba, donde ya se había ganado el mote de “narco”.

En el juicio, celebrado en marzo de 2021, la acusación en su contra se desmoronó y terminó condenado a tres años de prisión por violación de domicilio agravada por el uso de arma y agresiones, publicó Cadena 3.

Cuando Sosa pensaba que quedaba a las puertas de volver a la libertad, cayó el guardia con los celulares y el fiscal Gavier lo puso en el centro de todas las sospechas. Acusado de haber montado una asociación ilícita dentro de la cárcel.