en una región fronteriza

La contraofensiva de Kiev obliga a Rusia a un redespliegue adicional de sus tropas

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció que, gracias a la ofensiva lanzada, las tropas ucranianas lograron recuperar treinta poblaciones que estaban bajo el control ruso en la región de Járkov, en el noreste del país, cerca de la frontera con Rusia. En Moscú, el Ministerio de Defensa confirmó el envío de más tropas a esa zona y divulgó un video en el que se ven camiones cargados con blindados y artillería rumbo a Járkov. El jueves, Kiev ya había sostenido que en los últimos días recuperó unos 700 kilómetros cuadrados que ocupaban los rusos. Temen riesgo nuclear en la central de Zaporiyia.

En marcha. Desde Moscú, el Ministerio de Defensa divulgó las imágenes de los camiones y blindados rusos camino a Járkov para reforzar las defensas. Fuentes de la invasión admiten “combates encarnizados”. Foto: afp

El ejército ruso anunció ayer que envió refuerzos hacia la región ucraniana de Járkov, en respuesta a un aparentemente exitoso avance de las fuerzas de Kiev en esta zona fronteriza con Rusia. 

Ayer, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció que gracias a su contraofensiva el ejército de su país había logrado arrebatar a Rusia el control de treinta poblaciones en la región de Járkov, en el noreste de Ucrania. 

El jueves, Kiev ya había afirmado haber reconquistado los últimos días cerca de 700 kilómetros en esta región del noreste, en particular la ciudad de Balaklia.

El secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, afirmó ayer que el envío de refuerzos rusos demuestra que Moscú paga un “precio enorme” por la invasión de Ucrania, lanzada hace más de seis meses.

El Ministerio de Defensa ruso anunció un despliegue de fuerzas en esa región y difundió un video que muestra varios camiones militares transportando cañones y vehículos blindados. Un responsable de la administración de ocupación de Rusia en la región, Vitali Ganchov, afirmó en la televisión rusa que “combates encarnizados” se libraban en torno a la ciudad de Balaklia. 

“Ya no controlamos Balaklia. Hay intentos para desalojar a las fuerzas ucranianas, pero los combates son encarnizados y nuestras tropas permanecen en los alrededores”, afirmó.

“Romper las defensas”. Según Ganchov, también se libran combates cerca de la localidad de Shevchenkove, igualmente en la región de Járkov. “Ahí también las fuerzas armadas ucranianas intentan romper las defensas. Se han enviado hacia allá refuerzos de Rusia, nuestras tropas están replicando”, afirmó.

La carretera de Járkov en dirección al sudeste, hacia Balaklia, estaba abierta a la circulación el viernes por la mañana. Se trata de una zona que el ejército ucraniano parece haber reconquistado tras combates de estos últimos días.

Járkov, capital de la región homónima y segunda ciudad de Ucrania (después de la capital, Kiev), se halla muy cerca de la frontera con Rusia y estuvo en la línea del frente desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.

Además del avance en esta región, Kiev ha reivindicado una serie de éxitos en el este y el sur, afirmando haber reconquistado territorios y varias localidades. Si se consolidaran o confirmaran esos éxitos, serían los más importantes para Ucrania desde la retirada de los tropas rusas de los alrededores de Kiev, a fines de marzo. 

En la cuenca minera del Donbás, en el este, donde se libraron los más intensos combates de los últimos meses, Kiev anunció el jueves haber progresado 2 a 3 kilómetros cerca de Kramatorsk y de Sloviansk, y haber retomado el pueblo de Ozerné.

Riesgo nuclear. Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) advirtió que la situación en torno a la central nuclear de Zaporiyia, en el sur ucraniano, es “cada vez más precaria”, después del “apagón total” en la localidad de Energodar, y reclamó la creación de una zona segura de forma “inmediata”.

El director general de la agencia, el argentino Rafael Grossi, señaló que el personal que sigue aún en la central tras la visita de la semana pasada le ha comunicado que la situación es “grave” tras la destrucción de la infraestructura energética de la que depende la zona.

Un bombardeo sobre la planta térmica de Energodar ha dejado la localidad “sin agua, sin energía, sin saneamiento” y, según Grossi, es “poco probable” que, con el actual nivel de ataques, la central nuclear pueda tener una fuente “fiable” de suministro que garantice el funcionamiento de instalaciones críticas.

Debido a esta incertidumbre, la empresa que opera la central “está considerando el cierre del único reactor que sigue operativo”, lo que haría que toda la planta dependiese de los generadores de emergencia para seguir adelante con un funcionamiento “vital” en términos de seguridad.

Grossi también teme que, habida cuenta de que las circunstancias son “cada vez más duras”, se reduzca el personal en las instalaciones.

“Es una situación insostenible”, “completamente inaceptable”, en palabras del máximo responsable del AIEA, que la semana pasada encabezó la misión de expertos que visitó la zona y reclamó la creación de una zona de seguridad sin ataques de las dos partes.

Grossi insistió en su reclamo del “cese inmediato de todos los bombardeos en la zona. Es la única manera de asegurar que no tenemos que hacer frente a un accidente nuclear”.

Unidad de la OTAN. A 45 km al norte de allí, en Bajmut, ocho civiles resultaron muertos y 17 heridos el jueves en bombardeos rusos. “Veinte casas, seis edificios, cuatro tiendas, la Casa de la Cultura y el centro administrativo de la localidad han sido dañados” por los bombardeos, detalló el gobernador regional, Pavlo Kirilenko. El mercado de la localidad también estuvo “bajo fuego” de la artillería de Rusia, añadió.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se congratuló por los recientes éxitos de Ucrania y destacó que las recientes entregas de armas occidentales han conseguido “cambiar la dinámica en el campo de batalla”. 

“Vemos éxitos en Jersón, éxitos en Járkov y todo esto es realmente muy, muy alentador”, aseguró Austin en Praga.

Blinken fue, por su lado, a Bruselas para participar en una reunión de la OTAN en la que insistirá en la “unidad” de sus miembros, a fin de “garantizar que nuestra alianza sea tan fuerte como sea necesario para disuadir a Rusia de cualquier nueva agresión”.