JUICIO POR JURADOS

“Era un ritual satánico”: el testimonio de un perito judicial sobre un hallazgo en el caso Cecilia Strzyzowski

Un exintegrante del Gabinete Científico declaró sobre sus intervenciones en Campo Rossi y aseguró no haber hallado restos humanos en la zona clave. Tensión en sala por un gesto al ser objetado.

Juicio por Jurados por Cecilia, Día 10 Foto: Poder Judicial

La décima audiencia del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski sumó un capítulo singular: por primera vez, la defensa convocó a un exintegrante del Poder Judicial. Se trata del licenciado Daniel Enrique Bled, quien se desempeñó en el Gabinete Científico hasta marzo de 2024 y participó en procedimientos vinculados a Campo Rossi, el predio rural donde la fiscalía ubica la presunta incineración del cuerpo de la víctima.

La declaración de Bled fue ofrecida por los equipos jurídicos del casero Gustavo Melgarejo y de Griselda Reinoso, quienes buscan desligarlos de la escena principal del crimen y relativizar los indicios hallados allí.

Ingreso al domicilio y versiones espontáneas

Bled relató que, durante su presencia en la estancia el 10 de junio de 2023, ingresó a la vivienda que ocupaba Melgarejo. Dijo haber recibido comentarios de parte del casero, que —según su reconstrucción— se mostró colaborativo:

“Qué están buscando”
“Busquen, pero acá no hay nada”
“Nadie entró acá”

También señaló que, cuando consultó sobre prendas femeninas, Melgarejo respondió que pertenecían a su hija con discapacidad, supuestamente trasladada al hospital por su madre.
Y ante la referencia a terceras personas, habría dicho:

“Vinieron con dos personas y se fueron al fondo”.

El perito remarcó que no secuestró prendas con olor a humo ni rastros de hollín, un elemento subrayado luego por la defensa.

 

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Campo Rossi: monte cerrado y visibilidad limitada

Según Bled, el recorrido en torno a las áreas de quema fue complejo: sostuvo que la zona está cubierta por monte de entre 8 y 10 metros de altura, lo que dificulta identificar una fogata desde la casa donde vivía Melgarejo, situada —indicó— a unos 250 metros.

En un regreso al lugar en septiembre de 2023, dijo haber encontrado un panorama distinto: un colectivo quemado, aberturas retiradas y sectores de techo ausentes.

“Parecía un ritual satánico”

En uno de los pasajes más llamativos de su testimonio, Bled aseguró que lo hallado en el sector del Río Tragadero, donde se registró una segunda zona de quemas, “parecía un ritual satánico”. Allí constató restos que, según su peritaje, podrían corresponder a piezas dentales y partes de un cráneo.

La ntervención técnica de Bled consistió con un registro fotográfico y relevamiento indiciario en el predio de la familia Sena. Río Tragadero: constatación de restos óseos durante un rastrillaje. Informe pericial 260/23 (21/06/2023): constataciones en el campo rural. Informe 452/23 (octubre 2023): allanamiento con profundización de pozos en la zona de quema.

 

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Durante el contrainterrogatorio, el fiscal Martín Bogado destacó que Bled había sido contratado con anterioridad por Ricardo Osuna, abogado de Emerenciano Sena, en otra causa por un choque con tres víctimas fatales en Margarita Belén, también llevado a juicio por jurados. El apunte buscó proyectar una posible cercanía del perito con la defensa de los Sena.

Tensión y llamado de atención

La audiencia se tensó cuando, ante una objeción del fiscal, Bled realizó un gesto que no pasó inadvertido. La jueza Dolly Fernández intervino de inmediato:

“No haga gestos, sea respetuoso con el tribunal”, requirió.

Fue la primera vez en todo el debate que un testigo recibió advertencia directa desde el estrado.

El punto central: la “quemazón uno”

La defensa buscó afianzar la versión que sostiene que no hubo restos humanos en el lugar donde la fiscalía plantea que se produjo la quema del cuerpo. Bled lo confirmó: “No encontré restos humanos”, aseguró.

Indicó que, en esa área —identificada como “quemazón uno”— solo había basura, maderas, plásticos y un trapo de piso. Con ello, la defensa procura desarmar la imputación por encubrimiento agravado que pesa sobre Melgarejo, proponiendo que no existieron indicios directos en su domicilio ni vestigios visibles horas después del hecho.