La visión de China sobre América Latina frente a la estrategia de seguridad de Trump
El gobierno de Xi Jinping difundió su tercer documento sobre las relaciones con la región. Contrastes evidentes con el "Corolario Trump", un detalle "preocupante" de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
China difundió su tercer documento oficial de políticas hacia América Latina y el Caribe (ALC), tras las previas ediciones de 2016 y 2008. El nuevo texto realza la importancia que tienen las relaciones con la región para el país asiático, en el marco de un contexto internacional signado por la incertidumbre geopolítica, la desaceleración de la economía global y la profunda crisis del multilateralismo.
China se presenta como “país en desarrollo y miembro del Sur Global”, al tiempo que se posiciona como promotor de un “orden multipolar más justo e inclusivo”, en el cual los países de ALC están llamados a ocupar un lugar preponderante. El contenido del texto en materia de planes y propuestas de cooperación con la región se estructura en base a las cuatro grandes iniciativas lanzadas por el presidente Xi Jinping desde 2023 a la fecha: Desarrollo Global (IDG), Seguridad Global (ISG), Civilización Global (ICG) y Gobernanza Global (IGG).
Asimismo, el texto destaca que las relaciones China-ALC han evolucionado hacia una “comunidad de futuro compartido” (concepto madre que sintetiza la visión en materia de política exterior de Xi). La misma está cimentada sobre principios como la igualdad soberana, la no injerencia de los asuntos de otros Estados, el beneficio mutuo, la apertura y el bienestar de los pueblos. Se trata de una visión que se contrapone claramente a las prácticas de tipo hegemónicas o unilaterales desplegadas por EEUU en la región. De todas formas, el documento no está dirigido ni hace referencia directa a EEUU u otros países.
Los 5 puntos del documento de China sobre América Latina
El corpus principal del documento son cinco programas de cooperación que China postula para profundizar los lazos con la región. El documento oficial detalla cinco programas. En primer lugar, un “programa de la solidaridad”, que apunta a "promover el diálogo político de alto nivel, el apoyo mutuo en intereses vitales (incluido la reafirmación del principio de Una Sola China), la cooperación en gobernanza global y la mayor articulación en foros multilaterales. El objetivo central es avanzar en la realización de la Iniciativa para la Gobernanza Global".
En segundo lugar, un “programa del desarrollo”, que es la parte más sustanciosa del documento. Se detallan "numerosas realizaciones de la cooperación en el pasado reciente y proyectos de cara al futuro. Se enfatiza la importancia de la Iniciativa para el Desarrollo Global y la continuidad de la iniciativa de la Franja y la Ruta “de alta calidad”, con fuerte foco en comercio, inversión, finanzas, desarrollo de infraestructura, energía, agricultura, innovación tecnológica y transición verde".
Tercero, el “programa de las civilizaciones”. China, reza el texto, busca "promover el diálogo intercultural, los intercambios educativos y la cooperación académica. Por otra parte, hay un renovado impulso de los intercambios culturales, deportivos, mediáticos y entre think tanks. Todo ello en el marco de la Iniciativa para la Civilización Global de Xi (Jinping)".
En cuarto lugar, el “programa de la paz”, destaca la propuesta de China sobre la promoción de la paz se basa en la Iniciativa para la Seguridad Global, que apunta a la "solución pacífica de controversias, la cooperación en seguridad no tradicional, ciberseguridad, lucha contra el crimen transnacional y reafirmación de ALC como histórica zona de paz". Este programa también promueve “desarrollar activamente el intercambio y la cooperación militares”, línea roja por excelencia respecto a China en la Estrategia de Seguridad Nacional de Trump.
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Por último, en el “programa de los pueblos”, China buscar reforzar la cooperación en el plano social en términos de reducción de la pobreza, mejora del acceso a la salud, promoción del turismo, de los intercambios subnacionales y “pueblo a pueblo”, como base social para fortalecer las relaciones con ALC.
Diferencias sobre China, la cuestión de Taiwán y el “Corolario Trump”
China, que se ha afianzado como el primer socio comercial para casi todos los países de la región, vuelve a exhibir una estrategia muy clara e integral en este documento. El problema sigue estando del lado de ALC, donde coexisten casi tantas visiones respecto a las relaciones con China como países hay en la región. Para complejizar aún más el panorama, en esta región se encuentran siete de los apenas trece aliados diplomáticos que mantiene Taiwán a nivel mundial.
Ahora bien, lo más preocupante de cara al futuro de las relaciones entre China y los países de ALC no son estos factores internos de la región, sino el llamado “Corolario Trump” de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EEUU. El mismo se presenta como una visión recargada de la vieja Doctrina Monroe (1823). Se reafirma la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental, con nuestra región definida como prioritaria para la seguridad nacional de EEUU. En ese marco, no hay espacio para que los países de ALC cooperen con China en defensa y en otros campos estratégicos, ya que limitar la influencia de rivales en la región se vuelve esencial para los intereses de seguridad de EEUU.
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Este nuevo escenario plantea un desafío monumental para la diplomacia de los países de una región muy dividida políticamente, plagada a su vez de múltiples necesidades y vulnerabilidades estructurales. El espacio para mantener relaciones estables y equilibradas entre ambas potencias tenderá a ser cada vez más limitado, frente al creciente intervencionismo estadounidense.
En ese sentido, es imposible anticipar hasta dónde puede estar dispuesto a llegar Trump para hacer realidad su ambicioso corolario, como lo demuestra el crítico caso de Venezuela. En definitiva, una verdadera amenaza para los planes de China. Pero sobre todo para la estabilidad, la seguridad y la paz en la región.
*Patricio Giusto es analista internacional, docente universitario y director ejecutivo del Observatorio Sino-Argentino.
CD
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