Un policía asesinó a una mujer y ocultó el cuerpo en la pileta

El cuerpo de Antonella Magalí Acuña (22) fue hallado en el fondo de una pileta con agua podrida. Había desaparecido el martes 1° de abril cuando pactó un encuentro sexual con un cliente en su casa de Mariano Acosta, en el partido de Merlo. 

La víctima era trabajadora sexual y, según explicó su mamá en la denuncia policial que radicó en la comisaría 6ª de Merlo, su hija no regresaba a dormir a su casa todas las noches. Sin embargo, había dejado de responder su teléfono celular y eso preocupó a la mujer. 

La denunciante aportó como dato que su hija siempre estaba en contacto con otra joven que presuntamente también ofrecía servicios sexuales. Al entrevistarla, los investigadores obtuvieron una pista clave. La joven recordó que el día de su desaparición Antonella le pasó por WhatsApp el número de teléfono del hombre con el que había arreglado una cita a las 20.20. Le dijo que había llegado bien, pero después su teléfono se apagó. 

La amiga de la víctima refirió que al otro día llamó al número que le había pasado Antonella para saber si podía ubicarla. El hombre que atendió le dijo que “así como llegó se fue sin que pase nada”. 

Los investigadores establecieron que el sospechoso vivía en una casa ubicada en la calle Las Dalias al 1400 y obtuvieron un dato que les llamó la atención: era agente de la Bonaerense que prestaba servicio en la Fuerza Barrial de Aproximación (FBA) de San Martín, pero hacía cuatro meses que estaba de licencia.  

Agustín Guillermo Benítez respondió con evasivas cuando una comitiva policial se presentó en su domicilio. Si bien reconoció que había contactado a Antonella manifestó que no había pasado nada porque no arreglaron la tarifa.

La versión no cerró. Y la Justicia ordenó allanar el domicilio. El policía siguió de cerca el operativo hasta que fue detenido. En el fondo de su casa, sumergido en la pileta y atado con una cadena, encontraron el cuerpo de Antonella.