Gremios dicen que el anuncio de Ganancias tiene “sabor a poco”
Sergio Massa elevó a $ 400 mil en bruto el límite a partir del cual se tributa, pero distintos sindicatos cuestionaron el alcance. Sergio Palazzo, de La Bancaria, pidió que se elimine el impuesto. Los jerárquicos de Luz y Fuerza creen que “es más de lo mismo”. La CGT, en cambio, celebró la decisión de Massa y lo valoró como “un gran logro”.
El aumento del mínimo no imponible que anunció Sergio Massa el jueves, para que 300 mil trabajadores dejen de pagar el Impuesto a las Ganancias, no generó simpatía en todo el arco sindical: un grupo de gremios, entre los que sobresale La Bancaria de Sergio Palazzo, dejó en claro que la medida “tiene sabor a poco”. Y pidió que directamente se elimine el tributo.
El reclamo de este colectivo gremial, que se denomina “mesa sindical el salario no es ganancia”, se gestó hace meses, con encuentros periódicos y críticas a la Casa Rosada por “mantener la tablita de José Luis Machinea”, como recalca ante PERFIL Carlos Minucci. El dirigente es líder de Apsee, el gremio de los jerárquicos lucifuercistas, y cabeza de una tribu que en las últimas horas se desmarcó de los elogios que le propinó la CGT al líder del Palacio de Hacienda.
“Lo que expresó Massa es más de lo mismo, es un parche en momentos en los que hay mucho por hacer. Pasa que el Gobierno necesita plata y le pide por arriba al campo, a la industria, mientras que a los trabajadores, que se emplean bajo condiciones difíciles, con una inflación que no para, se le mete la mano en el bolsillo, es así de simple”, se quejó Minucci.
El pago del tributo, suma el sindicalista, lleva a que miles de asalariados no quieran ascender ni deseen sumar horas extras. Incluso, afirma que, en términos porcentuales, los trabajadores y trabajadoras abonan más Impuesto a las Ganancias que sus empleadores, con recibos de sueldos con descuentos de hasta el 30% gracias al impuesto en cuestión.
“Por eso, aquellos que cobren por encima del mínimo no imponible, que quedó en $ 404.062, en realidad van a estar ganando mucho menos que esa cifra. Por eso repito: el anuncio tiene gusto a poco”, recalcó el hombre que comparte espacio con la organización del diputado nacional del Frente de Todos, los ferroviarios de la Apdfa, los telefónicos de Foetra-Buenos Aires, Cepetel y Upjet, los aceiteros, el gremio de la Anses Secasfpi, subterráneos, gráficos y petroquímicos, entre decenas de entidades.
En la vereda de enfrente, la CGT celebró la decisión del tigrense. Primero, a través de la voz de Pablo Moyano, uno de sus titulares. El camionero, crítico en varias ocasiones del Gobierno, apuntó que el salario no es ganancia y que la coalición oficial avanza bajo esa premisa. También, destacó que se actualizarán las deducciones y los tramos de la escala del impuesto para “generar alivio fiscal a los asalariados de mayores ingresos”.
En tanto Héctor Daer, otro de los integrantes del triunvirato conductor de la calle Azopardo, con afinidad hacia Alberto Fernández, mencionó que los cambios que anunció Massa constituyen “un gran logro”, una promesa cumplida que protegerá ingresos de los asalariados.
Vale destacar que, según información oficial, un empleado soltero con un salario bruto de $ 350 mil que hoy paga $ 11.159 por mes, pasará a pagar $ 0; mientras que un empleado soltero con un salario bruto de $ 400 mil que hoy paga $ 43.592 por mes también dejará de pagar el tributo.
También te puede interesar
-
Scatturice se quedó con el control del correo OCA
-
Antes de la discusión laboral, crecen los juicios
-
Quintela anunció una reestructuración del Estado
-
Santilli concluyó la rosca con peronistas con peluca y recibió al tucumano Jaldo
-
La Justicia ordena aplicar ley de Discapacidad
-
Presti juró como el primer ministro de Defensa con uniforme en 50 años
-
Massa reunió a las tropas del Frente Renovador en Las Heras
-
Reforma laboral: se calienta la interna en la Rosada y crece el frente judicial
-
Milei arrancó en Córdoba la táctica de la campaña permanente hasta 2027
-
La UCR eligió a un joven de 36 años para transitar una de sus crisis más profundas