La Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) eligió ayer a la nueva conducción del partido a nivel nacional. Leonel Chiarella, joven intendente de Venado Tuerto, resultó electo al frente del Comité del partido centenario.
El jefe comunal santafesino tiene 36 años, llegó a la comandancia partidaria de la mano del gobernador Maximiliano Pullaro, que fue determinante en el último tramo de la discusión interna.
El arribo de Chiarella a la cúpula partidaria se da en un momento de profunda crisis y diáspora radical. Sus principales expresiones son las derrotas vividas el 26 de octubre y la notable reducción de los legisladores radicales a nivel nacional. El bloque de la Cámara de Diputados está fraccionado y sin liderazgos nacionales claros, además de una “balcanización” partidaria que favorece que cada mandatario negocie de manera aislada con la Casa Rosada.
Además, el saliente titular del Comité, Martín Lousteau, deja la conducción partidaria en medio de fuertes cuestionamientos internos.
A Chiarella lo acompañarán la expresidenta de la FUA, Piera Fernández, como secretaria general; Inés Brizuela y Doria (La Rioja) como vice 1ra; Javier Bee Sellares (Córdoba), como vice 2do; y María Inés Zigarán (Jujuy), como vice 3ra.
En la mesa política también estarán como secretarios: Daniel Kroneberger (La Pampa), Gabriela Valenzuela (Corrientes), Marcos Ressico (Chaco), Danya Tavela (Buenos Aires), Ramón Mestre (Córdoba), Agustina Madariaga (Río Negro) y Daniel Angelici (CABA).
Para muchos correligionarios la nueva conducción es una prolongación del esquema de Evolución y del tándem Pullaro-Lousteau. Además, abundan las críticas dado que entienden que los movimientos apuntan a llevar al partido hacia Provincias Unidas.
La nueva conducción partidaria refleja una mayor distancia con Javier Milei y La Libertad Avanza (LLA) que lo que expresan algunos mandatarios provinciales, como Alfredo Cornejo o Leandro Zdero. “El partido lo siguen manejando Lousteau, Morales y Yacobiti. O sea el mismo fracaso anterior”, expresaron en el sector no incluido en la conducción.
Pese a ello, el nuevo jefe del radicalismo se verá forzado a encarar una reconstrucción partidaria que, de no concretarse, podría condenar a la UCR a un achicamiento sostenido a lo largo del tiempo y una dispersión aún mayor.
“… estamos marchando y vamos a construir un proyecto político para volver a conducir los destinos de nuestro querido país más temprano que tarde”, arengó el jefe comunal de la zona núcleo.
Chiarella llegó con el respaldo de Pullaro pero también con sorpresa. En la previa, todas las miradas se posaban en el ahora exgobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, para encabezar el partido, el correntino se declaró prescindente y decidió dejar la vía libre. Pese a ello, preservó la conducción del bloque en el Senado a través de Eduardo Vischi.
Algunas voces sostienen que Valdés, quien en las elecciones de octubre jugó con Provincias Unidas, no quiso someterse al desgaste de la conducción partidaria, en momentos en los que no hay liderazgos definidos y cada gobernador o intendente “hace la suya”.
En ese marco, el santafesino pisó el acelerador y busca posicionarse como un referente que trascienda las fronteras de la “la Provincia Invencible”, si bien su próxima estación será la reelección luego de la reforma constitucional.
Pullaro logró días atrás imponer a Gisela Scaglia, su exvicegobernadora, como jefa del bloque de Provincias Unidas en la Cámara baja. Scaglia es del PRO, pero está alejada de la conducción de Mauricio Macri.
La llegada de Chiarella tiene como condimento el repliegue a su vez de Cornejo. El jefe de Mendoza cerró un acuerdo electoral con LLA en las pasadas elecciones y tuvo poca incidencia en la “rosca” partidaria que este jueves definió la nueva conducción.
Lo que se aseguró Cornejo días atrás es la conducción del bloque del radicalismo en Diputados, que quedó para Pamela Verasay, quien forma parte de su riñón.
La fragmentación del radicalismo quedó retratada en la dispersión en la Cámara baja: mientras que el bloque que conduce Verasay responde a mandatarios, los tres “radicales con Peluca” migraron al bloque del oficialismo; a su vez, Lousteau y lo que quedó de Democracia Para Siempre (tres diputados en total) encontraron cobijo en el armado de Provincias Unidas.
Otro dato llamativo es la presencia de Daniel Angelici en la mesa política. El Tano parece haber eclipsado al tándem compuesto por Emiliano Yacobitti y Enrique “Coti” Nosiglia en la conducción porteña. Angelici ha sido un importante articulador en la Legislatura porteña desde las sombras, incluso como elemento componedor dentro del macrismo.
Chiarella es intendente de Venado Tuerto desde 2019. Fue reelecto en 2023 con el apoyo del 83% de sus vecinos. Es el presidente más joven de los 134 años de historia del radicalismo. En 2019 Chiarella terminó con más de dos décadas de gobiernos justicialistas en Venado Tuerto. Es abogado recibido en 2014 en la Universidad Nacional de Rosario. Nació en 1988 y comenzó su militancia a los 15 años. Fue electo concejal de Venado Tuerto en 2015, cargo que ejerció hasta 2019. En el año 2019, con 30 años, fue el intendente más joven de la historia de la ciudad.