la corona británica tiene nuevo monarca

Carlos III fue proclamado rey de Inglaterra y el país se prepara para el adiós a Isabel II

Tríada. Guillermo, Camilla y Carlos III, la nueva gestión del trono. Foto: afp

Formalmente, Carlos III fue proclamado rey por el Consejo de Adhesión, institución llamada a certificar la sucesión entre un monarca y otro en el Reino Unido, y que se reúne solo para estas ocasiones, es decir, muy poco. Ante ese consejo, el ahora nuevo monarca aceptó el acta de proclamación que certifica su sucesión a la reina Isabel, firmando los documentos correspondientes, refrendados posteriormente por varias figuras institucionales entre las que se encuentra la también flamante reina consorte, Camilla. En un breve discurso, Carlos III reiteró su homenaje a su madre, cuyo reinado calificó de “inigualable en duración y devoción al servicio”; también prometió servir lealmente siguiendo “el consejo del Parlamento”, como monarca constitucional, y además se comprometió a la  transparencia en la contabilidad de la corona británica. 

El mencionado Consejo de Adhesión está conformado por unos doscientos miembros honorarios, incluidas autoridades institucionales, figuras de la Corte, altos funcionarios, miembros del gobierno y el Parlamento y veteranos de la política, y los seis exprimeros ministros vivos del Reino Unido.

La ceremonia estuvo presidida por la ministra Penny Mordaunt, en su calidad de presidenta del consejo, junto al heredero al trono William –ahora nuevo príncipe de Gales–, Camilla, Liz Truss, los arzobispos anglicanos de Canterbury y York, el ministro de Justicia, Brandon Lewis, y algunos funcionarios. Mordaunt formalizó “la triste noticia” del fallecimiento de “nuestra magnánima reina Isabel II”. A continuación cedió la palabra a un relator para la lectura del acta de proclamación de Carlos como nuevo rey, con todos los títulos adjuntos, incluido el de “defensor de la fe”. El acto concluyó con la invocación “Dios salve al rey”. En todo el ceremonial no estuvo el nuevo monarca, como indica el protocolo. Finalmente, Mordaunt invitó a los miembros del consejo a trasladarse al Salón del Trono para conocer al rey Carlos III. Le siguieron las fanfarrias, los cañonazos y la lectura desde el balcón central del Palacio de Saint James a cargo de un relator. Lo que sigue son distintas ceremonias que culminarán con el entierro, el domingo próximo. 

Al fin rey. En un país que para muchos de sus habitantes quedó huérfano de Isabel, la velocidad de la transición plantea para Carlos III el desafío de que esa orfandad se disipe pronto. Con 73 años, es la persona de mayor edad en asumir el trono pero por si se tiene en cuenta la longevidad de sus progenitores, su reinado puede extenderse más de dos décadas. El presente de “la isla” transita una época sensible: el Brexit, la  pospandemia por el covid-19, el Partygate que derivó en la salida de Boris Johnson –y que suma uno más a la lista de cuatro primeros ministros en tan solo seis años– y la inflación debido al aumento en el precio de los alimentos y los combustibles como consecuencia de la guerra en Ucrania. Por otro lado, en muchos de los Estados miembros de la Commonwealth se discute internamente la posibilidad de romper lazos con la monarquía británica, como es el caso de Australia, algunas zonas de la India o Jamaica, país al que viajaron Kate y William en un intento por renovar la imagen de la familia real que no salió tan bien. En 2018, cuando aún era solo el príncipe Carlos, declaró: “Si te convertís en el soberano, entonces jugás el papel de la manera que se espera... Claramente, no podré hacer las mismas cosas que he hecho como heredero”. Y ahora el momento de esa verdad finalmente ha llegado.