ENTREVISTA EXCLUSIVA

Mariano Pensotti regresa al off con una obra sobre el eco de los ausentes

Con el protagónico de Diego Velázquez y Patricio Aramburu, Una Sobra Voraz celebra de manera austera pero con un gran despliegue físico los 20 años del Grupo Marea. Para él "volver al off en nuestro 20° aniversario es como volver a casa".

Una sombra voraz, dirigida y escrita por Mariano Pesotti, está protagonizada por Diego Velázquez y Patricio Aramburu. Foto: Sebastián Arpesella. Vivo.

El dramaturgo y director Mariano Pensotti regresa a la escena independiente con Una sombra voraz, obra que explora la intrincada relación entre la realidad, la ficción y la herencia emocional de los padres sobre sus hijos. Este estreno marca el regreso de Grupo Marea a una sala independiente después de casi dos décadas, un hito que coincide con el 20° aniversario del colectivo teatral. El germen de la obra nació de una imagen tan poética como inquietante: cuerpos de escaladores fallecidos que, a causa del cambio climático, emergen de las montañas nevadas donde permanecieron ocultos durante décadas.

A partir de esta idea, Pensotti entretejió una historia sobre un hijo que busca completar la escalada en la que desapareció su padre y, al hacerlo, se vuelve protagonista de una película. El argumento sigue dos líneas narrativas que se intercalan: la de Julián Vidal, el escalador, y la de Manuel Rojas, el actor que lo interpreta. En un juego de espejos, sus vidas se cruzan y se descubren paralelismos biográficos que borran la frontera entre el hombre real y su representación. El director reflexionó en una entrevista exclusiva sobre el título de la obra, revelando su significado: "La sombra voraz es la huella, la marca que los padres, tanto presentes como ausentes, dejan en la vida de sus hijos. Es ese peso, esa herencia no dicha, que inevitablemente define el camino de uno".

Un desafío para el cuerpo y la actuación

Para dar vida a esta compleja propuesta, Pensotti eligió a dos actores que considera extraordinarios: Diego Velázquez y Patricio Aramburu. A diferencia de otras obras del Grupo Marea que contaron con grandes despliegues escénicos, esta está "100 % centrada en las actuaciones", lo que les permite a los intérpretes realizar un trabajo profundo y también de gran exigencia física. "Es una obra que se sostiene completamente en ellos, en su capacidad de habitar estos dos personajes que son casi una misma persona desdoblada. Su trabajo es de una exigencia brutal", afirmó durante la charla.

La puesta, aunque con elementos minimalistas, es sumamente física. Los actores interactúan con una escenografía de Mariana Tirantte que se transforma constantemente, una pared que gira y se convierte en espejo, acentuando la idea del "doble". "La escenografía no es solo un fondo. Es un personaje más, un elemento que los actores manipulan y que forma parte de la narrativa", explica el director. Los intérpretes utilizan cintas para caminar y trepan la estructura, en un trabajo escénico que se incorpora desde el inicio del proceso creativo. La música original de Diego Vainer y la iluminación de David Seldes completan este dispositivo para narrar la historia.

Volver a la raíz del off

En un contexto en el que el grupo celebra 20 años de trayectoria, Pensotti reflexionó sobre el mayor logro del colectivo: "Hace 20 años me hubiera parecido una locura pensar que todavía íbamos a estar haciendo cosas". Para él, la mayor victoria no reside en la cantidad de obras realizadas, sino en la continuidad y en la voluntad de seguir creando. Esta búsqueda de novedad y desafío es, precisamente, la fuerza vital de Grupo Marea. Después de una obra de gran envergadura como Los años, el grupo decidió conscientemente "probar una obra pequeña de solo dos actores en una sala independiente. Volver al off en nuestro 20° aniversario es como volver a casa, es recordarnos de dónde venimos y por qué hacemos teatro". Este constante autodesafío les permite explorar nuevas ideas y evitar el aburrimiento, garantizando que cada nueva propuesta sea un paso en una dirección diferente.Las funciones son los sábados a las 20 y, a partir de septiembre, se suma otra los domingos a las 18, siempre en el Dumont 4040 (Santos Dumont 4040, CABA). Encontrá acá más info sobre las entradas.