Alemania exige cambios de política por parte del presidente turco Recep Tayyip Erdogan si quiere ayuda para estabilizar la economía, según un partido aliado de la canciller Angela Merkel.
"Tenemos intereses comunes en relación con la política de refugiados, pero también tenemos grandes diferencias", dijo Juergen Hardt, alto miembro del comité de asuntos exteriores del Parlamento alemán, en una entrevista con Bloomberg Television. Alemania quiere que Turquía respete las libertades de los medios, libere a alemanes encarcelados por razones políticas y se abstenga de inflamar la guerra en Siria, dijo.
La agitación turca resuena particularmente en Alemania, su mayor socio económico y hogar de una minoría germano-turca que se estima en unos 3,5 millones. Mientras los funcionarios alemanes dicen que por ahora no se ha ofrecido ayuda económica a Turquía, esos lazos aumentan lo que está en juego en la visita de estado planeada por Erdogan a Alemania a fines de septiembre.
Hardt, miembro del partido Unión Demócrata Cristiana de Merkel, dejó en claro que el primer puerto occidental al que debe acudir Turquía debería ser el Fondo Monetario Internacional, en lugar de Alemania o la Unión Europea. "Creo que el FMI tiene que ayudar" a Erdogan, dijo.
La influencia alemana sería clave para cualquier medida europea destinada a estabilizar Turquía, la mayor economía del Medio Oriente. El gobierno de Merkel negó el lunes un artículo en Der Spiegel de que el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, instó su homólogo turco, Berat Albayrak, a solicitar un programa de ayuda al FMI.
Si bien Merkel postergó las conversaciones de la UE sobre la ampliación de la unión aduanera del bloque con Turquía en septiembre pasado luego que dos ciudadanos alemanes fueran detenidos, la oferta de la UE sigue formalmente sobre la mesa. Por sí solo, Alemania podría ofrecer un impulso a la financiación de las exportaciones por parte de su banco de desarrollo controlado por el estado.
Después que una guerra de palabras sobre los valores democráticos debilitara las relaciones a un bajo nivel hace un año, la invitación de Alemania a Erdogan para el 28 de septiembre representa una apertura que destaca cómo los ataques del presidente Donald Trump contra el orden global están alentando a Merkel a volver a examinar sus alianzas. El fin de semana pasado, ella recibió al presidente ruso Vladimir Putin por primera vez en más de cinco años.
Alemania es lejos el mayor socio económico de Turquía, con aproximadamente 37.000 millones de euros (US$42.000 millones) en comercio bilateral el año pasado. Además, Merkel y la UE necesitan que Erdogan mantenga un acuerdo para recibir a los refugiados sirios por los que Europa ha comprometido 6.000 millones de euros (US$6.900 millones) en ayuda.
¿Dirección incorrecta?
Un tribunal de Estambul levantó esta semana una prohibición de viajar a la periodista alemana Mesale Tolu, que estuvo detenida durante siete meses el año pasado por cargos de terrorismo que ella rechaza. Hardt sugirió que es prematuro decir si su liberación indica un cambio más amplio en Turquía.
"Le pedimos al gobierno turco que regrese a la política de hace 10 años: independencia de la justicia, independencia de los medios y estado de derecho en todos los tribunales", dijo Hardt. "Por el momento, desafortunadamente Turquía se está alejando de eso".