El Gobierno argentino impondrá restricciones para desalentar las importaciones en los próximos días y proteger sus reservas, según personas con conocimiento directo del asunto.
El Gobierno apunta a evitar perder más dólares luego de que la agencia nacional de estadísticas informara el lunes que el déficit comercial del país se amplió en julio a US$437 millones. Consultores privados estiman que las llamadas reservas netas del país –sus activos disponibles, menos el dinero que debe– se redujeron a menos de US$2.000 millones.
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Para proteger sus reservas, el Gobierno planea anunciar tres medidas, que implican más burocracia o trámites para las importaciones, especialmente para los servicios.
Las medidas que el Gobierno está evaluando son las siguientes:
- Exigir autorización previa para la importación de servicios y acceso al mercado cambiario oficial, evaluando la capacidad económica de los importadores
- Actualmente, el Gobierno exige autorización previa para bienes, pero no para servicios. El Gobierno cree que hoy en día hay un exceso de demanda de servicios, que se ve estimulado por la alta brecha cambiaria
- Además, el Gobierno está evaluando clasificar 34 artículos importados como “licencias no automáticas” que deben ser aprobadas por la Secretaría de Comercio
Esta medida afectaría a importaciones que han rondado los US$1.200 millones en 2022 y representaron casi el 5% del total importado
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- Finalmente, la idea es reducir el período en el que los importadores deben reexportar un producto para estar exentos del pago de impuestos a las importaciones
- Este plazo se reduciría de los 360 días actuales a 120 días
- Esto afectará a importaciones que han rondado los US$3.000 millones en lo que va de 2022, que incluyen importaciones de soja por US$1.600 millones en el mismo período