A un paso de cumplir sus primeros 20 días al frente del Palacio de Hacienda, Sergio Massa confirmó que Gabriel Rubinstein será su secretario de Programación Económica.
El puesto es equivalente al de viceministro de Economía, aunque ese cargo no existe en el organigrama de la estructura que comanda el tigrense y que ha experimentado distintos cambios estructurales para garantizarle “el control de la botonera” como reclamó el ex titular de la Cámara Baja para ser nombrado al frente de esa cartera.
Como respuesta a sus planteos, tanto el presidente Alberto Fernández como la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, aceptaron la fusión de los ministerios de Agricultura y de Producción dentro de la órbita económica, que recuperó un volumen e influencia que no tenía desde el paso de Domingo Cavallo por el Palacio de Hacienda.
Al mando de esa botonera está Massa, pero contará con Rubinstein como su segundo. Será el encargado de los cálculos y las proyecciones macroeconómicas del Gobierno y cierra dos semanas de especulaciones sobre su designación. Cuando Massa oficializó su candidatura al cargo comenzaron a ventilarse las críticas que había hecho Rubinstein contra CFK y también contra el kirchnerismo.
Los malestares que desató fueron canalizados dentro del diálogo que Massa mantiene con la vicepresidenta, pero la postulación inicial de Rubinstein no cayó bien en el kirchnerismo, al punto que hubo versiones que auguraban el fracaso de su nombramiento.
Sin embargo la confirmación de Rubinstein implica el desembarco del tercer funcionario cercano a Roberto Lavagna. El ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner lo tuvo en su equipo, bajo la órbita de Guillermo Nielsen, que estuvo a cargo de la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Así como en los últimos años lanzó críticas contra Cristina, en 2002 también fue durísimo con Duhalde, a quien consideró “un carnicero” para llevar adelante la cirugía mayor de la renegociación con el Fondo.
También opinó por entonces que Lavagna era “un ministro aceptable”, según apuntó el periodista Fernando Krakowiak, que este domingo reprodujo en su cuenta de Twitter una nota escrita en 2002 por el recordado maestro del oficio periodístico Julio Nudler, en el diario Página 12, donde advertía que, como nadie, quería aceptar el puesto y no se fijaron en las cosas que había dicho Rubinstein.
Dos décadas después volvió a pasar lo mismo con el economista, aunque esta vez utilizó su Twitter para bajarle un cambio las críticas que tiempo atrás había lanzado. “Quiero destacar además la amplitud del gobierno de incorporarme al equipo, a pesar de comentarios agraviantes de mi parte en redes sociales que no correspondía efectuar”, escribió el designado secretario.
En el equipo que responde a Massa ya hay tres figuras que responden a Lavagna. El menos conocido es el sanjuanino Leonardo Madcur, que fue el virtual número dos del entonces ministro en 2002. Estaba junto a Rubinstein y Nielsen en la renegociación de la deuda con el Fondo y ahora está al frente de todos los asesores del Palacio de Hacienda.
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Se trata de un abogado con estudios de posgrado en economía, reconocido por su capacidad técnica, que viene trabajando con Massa desde hace 20 días esperando la llegada de Rubinstein. Ambos serán los adelantados del viaje que Massa realizará a Estados Unidos dentro de dos semanas. Hasta este viernes estaba confirmado Madcur al frente de la misión técnica a Washington.
Ahora se suma Rubinstein, pero dentro de una serie de movimientos reservados que se realizaron la semana pasada, como la reunión reservada que tuvo con Lavagna el embajador argentino en la capital norteamericana, Jorge Argüello, que está en Buenos Aires preparando la hiperactiva agenda que tendrá el Gobierno en septiembre en Estados Unidos.
Sin mostrarse públicamente, Lavagna no deja de moverse detrás del armado técnico y político de Massa como ministro de Economía.
BL PAR
