El ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó este domingo al economista Gabriel Rubinstein como nuevo secretario de Programación Económica, quien oficia virtualmente como "viceministro" de Economía.
"Para confirmar el secretario de Programación Económica debimos esperar a que quien elegimos resolviera un tema familiar y disolviera sus responsabilidades contractuales incompatibles con la función pública", explicó Massa al referirse a las actividades en el sector privado que llevaba adelante Rubinstein.
Y agregó en su publicación de Twitter: "Finalizados estos trámites y gestiones, desde mañana se integra formalmente al equipo del ministerio de @Economia_Ar, Gabriel Rubinstein como nuevo secretario de Programación Económica".
Gabriel Rubinstein y los tres escenarios de una economía al rojo vivo
Por su parte, el flamante funcionario agradeció al tigrense por la "confianza depositada" en su persona y también hizo una autocrítica por los "comentarios agraviantes" que admitió haber realizado durante años contra el kirchnerismo en sus redes sociales.
"Quiero agradecer a Sergio Massa la confianza depositada en mí. Con profesionalismo y pasión, brindaré lo mejor, frente a los desafíos que nos toca enfrentar", expresó. Y sumó: "Quiero destacar además la amplitud del gobierno de incorporarme al equipo a pesar de comentarios agraviantes de mi parte en redes sociales que no correspondía efectuar".
La aclaración de ambas partes se explica por las versiones que surgieron en las últimas semanas de que su designación estuvo "frenada" luego de que se difundieran tuits ofensivos del economista y consultor contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y el kirchnerismo.
Los tuits del ahora integrante del Ministerio de Economía contra Cristina Kirchner
Un mes atrás, Rubinstein avaló en Twitter publicaciones de referentes económicos de Juntos por el Cambio contra Cristina Kirchner, como por ejemplo una del exministro de Economía de Cambiemos Alfonso Prat-Gay, y también de otros líderes opositores, como José Luis Espert y Patricia Bullrich.
Antes, había criticado la designación de Silvina Batakis como ministra de Economía, lo que calificó como una mala noticia porque contaba con el aval de la vicepresidenta, a quien consideraba una de las dirigentes "más irresponsables en material fiscal".
Como Massa, el hombre que también prefiere el tuit para hablar de economía
Entre diciembre y marzo de 2015, el economista despotricaba contra Cristina Kirchner: "Miles de ñoquis, corrupción al máximo, perversión a más no poder, ignorancia por doquier. Ese fue el Estado ‘presente’ de Cristina Kirchner. Una basura", llegó a decir.
También sostuvo que la ex presidenta y sus colaboradores más estrechos debían ser condenados. "En silencio, masticando rabia, esperemos que desde 2016, Cristina Kirchner y compañía puedan ser juzgados (y muy probablemente) condenados. Delitos no faltan", dijo.
Quién es Gabriel Rubinstein
El economista se desempeñaba como consultor privado en temas de economía y finanzas. De hecho, los análisis económicos de su firma, GRA Consultora, son consultados tanto por políticos como por empresarios y suele ocupar el podio en el ranking de consultoras que realizan proyecciones de mercado, tal como releva mensualmente el Banco Central.
Entre 2002 y 2005, durante la gestión de Roberto Lavagna, fue representante del Banco Central de la República Argentina.
En el sector privado, se desempeñó como director Ejecutivo Bolsa Comercio Buenos Aires y como coordinador General de Estudio Broda.
Asimismo, fue conferencista sobre temas de Economía, Finanzas y Calificación de Riesgo en Argentina, Brasil y Estados Unidos, entre otros.
Rubinstein también es columnista habitual en artículos en diarios, revistas y medios especializados, y también es autor de papers académicos y del libro “Dolarización, Argentina en la Aldea Global”, publicado en 1999.
De hecho, poco antes de la llegada de Massa al Gobierno, escribió el informe de tapa de la revista NOTICIAS, titulado "A dónde va la economía", en el que planteaba escenarios probables en el marco de crisis económica, así como también metas fiscales y de gasto público.