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BCE ve pocas razones para decidir este mes sobre nuevo estímulo

Estiman que hay razones de peso para mantener la calma y no apresurarse en expandir el estímulo de emergencia a pesar de la fuerte desaceleración de la economía y el aumento de los casos de coronavirus.

European Central Bank President Christine Lagarde Announces Rate Decision
European Central Bank President Christine Lagarde Announces Rate Decision | Bloomberg

Los funcionarios del Banco Central Europeo estiman que hay razones de peso para mantener la calma y no apresurarse en expandir el estímulo de emergencia a pesar de la fuerte desaceleración de la economía y el aumento de los casos de coronavirus.

Si bien el aumento de los casos nuevos significa que habrá nuevas restricciones sociales y un impacto en la actividad, hay poco interés entre la mayoría de los legisladores para expandir la compra de bonos nuevamente en la reunión de este mes, dijeron personas involucradas en las deliberaciones. Pidieron no ser nombradas debido a la confidencialidad de las discusiones.

Eso refuerza la idea de que lo más probable es que se tome dicha decisión en diciembre, en parte porque el Consejo de Gobierno recibirá nuevas proyecciones de crecimiento e inflación y tendrá más tiempo para evaluar el daño económico. Las elecciones estadounidenses habrán tenido lugar y la incertidumbre sobre el paquete de estímulo fiscal de Europa y el brexit también podrían haberse disipado.

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Asegurar el apoyo unánime para potenciar el estímulo también sería más fácil en diciembre, según un funcionario de la zona del euro. Es una consideración importante para la presidenta, Christine Lagarde, quien ha enfatizado la necesidad de construir consenso en torno a las decisiones políticas, después de heredar un consejo dividido de su predecesor Mario Draghi.

Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.

Algunos funcionarios, incluido el presidente del banco central de Holanda, Klaas Knot, han argumentado que quieren más información antes de tomar una decisión. Eso sugiere que impulsar una expansión en octubre presentaría el riesgo de una división en el Consejo de Gobierno que podría atenuar el impacto en el mercado, socavando efectivamente la acción política.

Cualquiera sea el resultado, la decisión será una prueba importante a la capacidad de Lagarde para unir puntos de vista divergentes después de una demostración de unidad entre los funcionarios durante el apogeo de la pandemia.

Con Draghi, es posible que ya hubieran presionado por la medida, pero con Lagarde, el BCE es más consensuado”, dijo Nick Kounis, jefe de investigación macroeconómica de ABN Amro NV en Amsterdam. “Necesita esperar más información para calibrar mejor su respuesta, y si tiene una división, se necesita tiempo para llegar a un consenso, por lo que no creo que Lagarde sea la que empuje a la acción todavía”.

Los economistas esperan que el BCE aumente su programa de compras de emergencia de 1,35 billones de euros (US$1,6 billones) antes de fin de año. Actualmente está previsto que se ejecute hasta mediados de 2021, y con menos de la mitad del dinero gastado, tampoco hay una razón inmediata para apresurarse, como argumentó esta semana el vicepresidente, Luis de Guindos.

“Tendremos nuevas proyecciones en diciembre y reevaluaremos qué tan conveniente y adecuado es el paquete de acuerdo con las nuevas proyecciones”, dijo.

Sin embargo, el economista jefe, Philip Lane, puso en juego la sesión de octubre del BCE cuando argumentó que el Consejo de Gobierno decidirá “reunión por reunión” si es necesario actuar.

Su colega Fabio Panetta ha expresado su preocupación por las perspectivas de los precios y ha argumentado que el BCE debería pecar de entregar demasiado estímulo. La tasa de inflación de la zona del euro está por debajo de cero y probablemente permanecerá allí durante el resto del año.

Los formuladores de políticas de las dos economías más grandes de la región han pedido paciencia por ahora.

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, advirtió contra las decisiones preventivas que no se han tomado debido a las expectativas que genera tal charla. Para el gobernador del banco central de Francia, Francois Villeroy de Galhau, la “actual postura monetaria muy acomodaticia es apropiada”.

“Pero tener las manos firmes no significa tenerlas atadas: tenemos las manos libres para el futuro y estaremos listos para seguir actuando si es necesario”, dijo Villeroy esta semana.