El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, acusó a China de socavar el statu quo y romper un “acuerdo fundamental” de décadas sobre Taiwán que ha evitado que ambas naciones comiencen una guerra por la isla. Dijo que Pekín estaba tratando de “acelerar” su toma.
“Lo que ha cambiado es esto: una decisión del Gobierno en Pekín de que ese statu quo ya no era aceptable, de que querían acelerar el proceso mediante el cual buscarían la reunificación”, dijo Blinken el miércoles durante una entrevista de amplio alcance en las oficinas de Bloomberg en Washington.
“Creo que también tomaron decisiones sobre cómo lo harían, incluyendo ejercer más presión sobre Taiwán, coerción; dificultar la vida de varias maneras en Taiwán con la esperanza de que eso acelere la reunificación”, agregó Blinken.
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Los comentarios —los últimos que realiza el principal diplomático estadounidense donde reprende a China por Taiwán— se producen cerca de una semana después de que dijera que China estaba tratando de apoderarse de Taiwán en un “lapso mucho más rápido” de lo que se pensaba anteriormente. Esos comentarios causaron revuelo en ese momento, pero Blinken los mantiene.
La crítica de Blinken también se produce poco después de que China concluyera su Congreso del Partido Comunista, que se realiza dos veces por década, donde el líder chino, Xi Jinping, consolidó su poder.
Taiwán sigue siendo el foco de tensión clave y la fuente más probable de conflicto entre EE.UU. y China. Las tensiones en torno a la isla autogobernada se agudizaron drásticamente cuando la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, desafió las advertencias de Pekín y visitó la isla en agosto.
La isla, que es reclamada por China, recibe miles de millones de dólares en avanzadas armas de EE.UU. El presidente Joe Biden se ha vuelto más explícito que sus predecesores sobre los planes de EE.UU. para salir en defensa de la isla en caso de una invasión china.
“Creo que todos tienen un interés muy grande en dejar muy claro a todos los involucrados, comenzando por Pekín, que el mundo no quiere ver ningún tipo de crisis con respecto a Taiwán, ningún tipo de interrupción, y el mundo cree que estas diferencias deben resolverse pacíficamente”, dijo Blinken.