El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, visitará el noreste del país el martes, días después de que un comentario despectivo sobre los gobernadores de la región provocase indignación política.
Bolsonaro visitará el estado de Bahía para inaugurar un nuevo aeropuerto. Se había previsto que celebrase el acto conjuntamente con el gobernador del estado, Rui Costa, del Partido Obrero de la izquierda, en la oposición. Pero ante los comentarios del presidente, Costa ha anunciado su retirada del evento.
La decisión de Costa es representativa de la indignación generalizada entre los políticos opositores y líderes ejecutivos de la región. Si bien la indignación podría haberse exagerado en gran medida, Bolsonaro ha reconocido su posible impacto negativo al tratar de aclarar los comentarios. La región pobre representa más de una cuarta parte del electorado de Brasil, y sus delegados en el Congreso son una fuerza política importante. Han logrado mantener a los gobiernos estatales y municipales fuera de la reforma de pensiones propuesta por el Gobierno -la política económica más emblemática de Bolsonaro- y una enemistad con los líderes de la región podría poner en riesgo su agenda legislativa.
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Gobernadores de Paraiba
En comentarios a su jefe de gabinete el viernes, Bolsonaro dijo: "De esos gobernadores de Paraiba, el peor es el de Maranhao. No tenemos nada que ver con ese tipo". Paraiba es el nombre de uno de los estados del noreste, pero también es un término despectivo para la región en su conjunto. El noreste fue la única región de Brasil donde Bolsonaro perdió ante su rival, Fernando Haddad, en las elecciones de 2018.
Por su parte, Flavio Dino, el gobernador de Maranhao, dijo que era un "honor" ser considerado el peor por Bolsonaro. Una carta firmada por los nueve gobernadores de la región describía la "profunda indignación y horror" ante los comentarios del presidente y exigía una aclaración. "Independientemente de la diferencia política normal, el principal federal exige que los gobiernos mantengan el diálogo", decía la carta.
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En medio del rechazo generalizado, el presidente rectificó en cierta medida y dijo por Twitter que solo había criticado a los gobernadores, no a la gente. Continuó con una serie de comentarios sobre lo que su Gobierno estaba haciendo para el noreste, e incluyó una foto de él mismo luciendo un sombrero típico de la región.
No obstante, los políticos de la oposición planean explotar sus comentarios para obtener el máximo beneficio político. Marcio Jerry, congresista del Partido Comunista de Brasil en Maranhao, dijo que los diputados del noreste planean abrir una investigación de juicio político contra Bolsonaro por su supuesta amenaza de cortar recursos federales a un gobernador de la oposición. También quiere que el presidente sea acusado penalmente por discriminación regional.
"Era una actitud que es incompatible con la posición del presidente de la República", dijo. "No puede tratar a los gobernadores estatales de la oposición como el enemigo".
F.D.S./
