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Pandemia de coronavirus

Brasil superó los 2 millones de casos de Covid-19

Brasil superó los 2 millones de casos de coronavirus a medida que la pandemia se arraiga en las regiones más pobres y remotas, causando estragos en la economía más grande de América Latina.

Bolsonaro y su ex ministro de salud, Luiz Henrique Mandetta.
Bolsonaro y su ex ministro de salud, Luiz Henrique Mandetta. | Xinhua

Brasil superó los 2 millones de casos de coronavirus a medida que la pandemia se arraiga en las regiones más pobres y remotas, causando estragos en la economía más grande de América Latina.

El jueves, el país registró 45.403 casos de covid-19 en un período de 24 horas, elevando el número total de infecciones a 2.012.151. El Ministerio de Salud también reportó 1.322 muertes, para un total de 76.688 fallecimientos. En ambas métricas, Brasil solo sigue a Estados Unidos a nivel mundial.

Brasil ha agregado un millón de casos en menos de un mes en medio de un brote interno que cambia rápidamente. Si bien las cifras se han estabilizado en lugares como Sao Paulo, —el gobernador, Joao Doria, dijo recientemente que el estado más rico de la nación registró su tercera caída semanal consecutiva de muertes por covid—, la enfermedad se está extendiendo rápidamente a otros lugares. El estado sureño de Santa Catarina ha evidenciado que los casos se han más que triplicado en el último mes. La región del noreste cuenta casi tantos casos como el sureste, que ha sido el epicentro de la pandemia desde el principio.

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“Brasil tardó más de tres meses en llegar a 1 millón de casos y, en un mes, los duplicamos”, dijo Domingos Alves, coordinador del Departamento de Inteligencia de Salud de la Universidad de Sao Paulo. “Esto muestra la gravedad del escenario en el que todavía estamos”.

Las cifras llegan tras una advertencia de la Organización Mundial de la Salud que alertaba que Brasil no llegaría a su pico sino hasta agosto. Funcionarios del Ministerio de Salud dijeron el 8 de julio que más de 96% de los municipios habían confirmado casos, y agregó que el país aún estaba lejos de reducir la propagación.

Brasil ha registrado más de 260.000 infecciones en cada una de las últimas dos semanas, la cifra más alta desde que el virus fue reportado localmente a fines de febrero. Las muertes han superado las 7.000 por semana durante aproximadamente un mes.

Respuesta desigual

El presidente Jair Bolsonaro, quien la semana pasada fue diagnosticado con covid, minimizó repetidamente la gravedad de la enfermedad. Esa posición lo ha enfrentado con funcionarios locales por las respuestas, entre ellas las cuarentenas y el uso de tapabocas.

Sin la orientación del gobierno federal, los estados implementaron medidas antivirus como lo creían conveniente, con políticas que variaban y a menudo se contradecían entre sí. La mezcla de respuestas significa que la pandemia se comporta de manera diferente en todo el país, de 210 millones de personas, lo que hace que sea más difícil determinar cuándo comenzará a retroceder.

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Complica aun más las cosas que el Gobierno ha perdido a dos ministros de salud durante la crisis. El primero fue despedido en abril, tras exigir medidas de distanciamiento social más agresivas y criticar el uso de tratamientos no probados; el segundo renunció después de menos de un mes en el cargo.

Un general militar en servicio activo sin experiencia en atención médica ahora ocupa el puesto temporalmente. Bajo su supervisión, el Gobierno amplió la producción y el uso de hidroxicloroquina, el medicamento antipalúdico que Bolsonaro ha promocionado durante la crisis.

El martes, el diario local Folha de Sao Paulo informó que Bolsonaro está buscando un reemplazo para el puesto.

El Ministerio de Salud dijo en una respuesta por correo electrónico a preguntas que más de 1,1 millones de personas se han recuperado de la enfermedad en Brasil y que aunque el virus está presente en casi todos los municipios, cerca de 70% de ellos tienen 100 casos o menos. El Gobierno “ha hecho un esfuerzo continuo” desde el comienzo de la pandemia para garantizar que se satisfagan las necesidades de atención médica, dijo el Ministerio, y agregó que ha proporcionado financiamiento adicional, personal, equipo médico y medicamentos al sistema público de atención médica conocido como SUS , además de enviar unos 55.000 millones de reales (US$10.000 millones) a estados y ciudades para ayudar a combatir la pandemia. La presidencia declinó comentar para esta nota.

Reaperturas

El proceso de reaperturas tras las restricciones al comercio ha sido lento y lleno de desafíos. Como descubrieron los propietarios de negocios que intentan reanudar las operaciones, el temor a contraer el virus mantendrá a muchos clientes en sus casas incluso si vuelven a abrir las tiendas.

Un leve repunte económico observado en mayo ya perdió fuerza en junio, dijo la semana pasada el director de política económica del banco central, Fabio Kanczuk, descartando la posibilidad de una recuperación en V.

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Entretanto, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos pronostica que la economía de Brasil puede contraerse en 9,1% si llega una segunda ola de covid-19. El banco central de Brasil estima una caída de 6,4% este año bajo una perspectiva que no contempla una segunda ola.

La administración de Bolsonaro está tratando de apoyar la reapertura con un plan para hacer pruebas a 20% de la población, un aspecto en el que Brasil ha estado rezagado con respecto a otras naciones. Al 30 de junio, el país había realizado 1,4 millones de las llamadas pruebas PCR. El estudio de la Universidad de Pelotas estima que hay aproximadamente seis casos que no se reportan por cada infección confirmada.

Sin un final claro a la vista, funcionarios en Río de Janeiro y Bahía han comenzado a considerar posponer las festividades del carnaval programadas para febrero de 2021. Marcelo Crivella, alcalde de la ciudad de Río de Janeiro, ha dicho que las playas probablemente permanecerán cerradas por el resto del año a menos que surja una vacuna, aunque muchas personas no cumplen con las reglas y llenan la costa durante los soleados fines de semana.

“Durante el último mes, el Ministerio de Salud registró unos 37.000 casos y 1.000 muertes por día”, dijo Alves. “Eso no significa de ninguna manera que la pandemia esté bajo control en Brasil”.