El recién electo Gobierno de Chile, que había criticado a la Administración anterior por utilizar el ejército para imponer el orden en las zonas indígenas, está retrocediendo y movilizando a tropas tras una serie de ataques.
La ministra del Interior, Izkia Siches, anunció el Estado de Emergencia acotado en algunas regiones del sur el lunes por la noche, limitando el despliegue de las Fuerzas Armadas a carreteras y autopistas.
Gabriel Boric intenta recuperar la popularidad en Chile
Las medidas surgen tras los “ataques cobardes” y bloqueos que han interrumpido cadenas de suministro y la vida de las personas, dijo. Al mismo tiempo, el Gobierno agilizará las transferencias de tierras a las comunidades locales, acelerará la creación de un Ministerio de Pueblos Indígenas e impulsará los intentos de diálogo, dijo Siches.
“Con el conjunto de estas medidas retomaremos la normalidad para los y las habitantes de la zona”, dijo. De esta manera, afirmó: “Estamos comprometidos con continuar el camino del diálogo para lograr cambios profundos, que aseguren el bienestar de todo y todas”.
Chile, en vilo: asaltaron la casa de la ministra de Defensa y balearon a un custodio de Boric
La Administración del presidente Gabriel Boric se enfrenta a un escrutinio creciente por no haber podido controlar los ataques durante sus primeros meses en el cargo. La delincuencia representa la preocupación número uno de la población, según una encuesta publicada el domingo que también mostró que el índice de aprobación del jefe de Estado llega a tan solo un 24%. Aparte del conflicto en el sur, existe una creciente preocupación por la violencia en las principales ciudades.
Muchos en el grupo indígena mapuche exigen la retorno de sus tierras ancestrales tomadas en una serie de operaciones militares a fines del siglo XIX, que algunos grupos califican como genocidio. Algunos de ellos han recurrido a los incendios y la violencia en una campaña para restaurar sus derechos sobre la tierra.
Boric ha prometido fortalecer los esfuerzos para resolver el impase. No obstante, Siches fue recibida con disparos en marzo durante su primer viaje a la región como ministra del Interior, dando cuenta de las graves dificultades que enfrentará la Administración.