Los chilenos están consumiendo más solomillo de vaca brasileño que nunca conforme exportadores como Minerva SA intentan absorber una oferta creciente, una lenta demanda interna y restricciones impuestas por Rusia.
Los envíos de carne de vaca brasileña a Chile, el país per cápita más rico de América del Sur, casi se han duplicado este año, tan solo por detrás del crecimiento de China. Eso significa que el país de 18 millones de habitantes es ahora tan importante como toda Europa para los exportadores brasileños. La economía chilena, impulsada por el cobre, ha logrado evitar las dolorosas contracciones de algunos de sus vecinos en un momento en que su propia producción de carne se ha estancado.
Se estima que el país importará 310.000 toneladas métricas de carne de vacuno este año, un 10 por ciento más que en 2017, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Eso se debe a que los principales productores de Brasil -JBS SA, Minerva y Marfrig Global Foods SA- que dominan las exportaciones a Chile, se están beneficiando de un aumento en la disponibilidad de ganado para sacrificio y de una moneda más débil.
Casi la mitad de la carne consumida por los chilenos procede actualmente de Brasil, según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, agencia que depende del Ministerio de Agricultura de Chile. Paraguay, que el año pasado fue el mayor proveedor, ahora ocupa el segundo lugar.
"Chile está al lado de Brasil, tiene una demanda bastante buena y una economía equilibrada", dice Renato Costa, responsable de la división brasileña de carne de JBS. "Hemos visto un crecimiento significativo allí".
Minerva, que también cuenta con mataderos en Argentina, Uruguay y Paraguay, suministra alrededor del 40 por ciento de las importaciones de carne de Chile, dijo su máximo responsable, Fernando Galletti De Queiroz, en una conferencia telefónica el 7 de noviembre. No es una coincidencia que Minerva esté planeando una oferta pública inicial de sus operaciones internacionales en Chile ya que también quiere aprovechar el grado de inversión del país y las altas tasas de ahorro para impulsar el valor de sus acciones.
Las exportaciones totales de carne vacuna de Brasil han aumentado un 10 por ciento este año a 1,32 millones de toneladas pese a que el país ha tenido que lidiar con una prohibición rusa por el uso de un estimulante para el crecimiento prohibido. EE.UU., Japón, Corea del Sur y Canadá no permiten las importaciones de carne de vacuno fresca de Brasil.