Un importante puerto en el norte de China habría prohibido las importaciones de carbón desde Australia, en una señal de que Pekín estaría flexionando sus músculos económicos y advirtiendo a las otras naciones que no obstaculicen su tecnología inalámbrica de próxima generación.
Las restricciones indefinidas de carbón en Dalian comenzaron este mes y son parte de un plan general para limitar las importaciones en la región de aduanas este año, informó Reuters, que citó a un funcionario anónimo del Grupo Portuario de Dalian. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China no dijo si se dirigía específicamente a Australia, solo que inspecciona regularmente las importaciones de carbón por razones ambientales.
La medida sería un disparo de alarma de Australia, que el año pasado emuló a Estados Unidos en la prohibición del gigante de las telecomunicaciones chinas Huawei de su red 5G por cuestiones de seguridad. China ha señalado que los temores no son razonables y advirtió a otros países de consecuencias no especificadas si siguen el ejemplo de bloquear el equipamiento de Huawei.
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Si bien Dalian solo absorbe alrededor del 2% de las exportaciones de carbón de Australia, esta prohibición marcaría un deterioro en las relaciones a menudo tensas entre los socios comerciales clave.
Buscando aclaraciones
Cuando se le preguntó directamente sobre el informe el jueves, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, dijo a los periodistas en Pekín que China examina el carbón importado para proteger el medio ambiente. No dijo si China estaba apuntando específicamente a Australia. El ministro de Comercio, Simon Birmingham, indicó que el embajador de Australia en Pekín estaba tratando de "aclarar urgentemente" la veracidad del informe.
China, que tiene antecedentes de usar el comercio como apalancamiento, ha estado buscando contrarrestar la resistencia en varias naciones al uso de Huawei en redes 5G. Esta semana, su embajador en Canadá advirtió que excluir a la empresa tendrá repercusiones.
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Australia es la economía desarrollada más dependiente de China, pero tiene una relación de seguridad duradera con EE.UU. y, a menudo, se encuentra caminando sobre una cuerda floja diplomática entre ambas naciones. En los últimos meses, el gobierno del primer ministro Scott Morrison acordó trabajar con EE.UU. en una base naval en Papúa Nueva Guinea, una medida que se considera un contraataque de la creciente influencia de China en el Pacífico Sur.
El año pasado, los exportadores australianos de carne de res y vino culparon a la política cuando sus productos fueron retenidos en los puertos chinos, después de que el entonces primer ministro Malcolm Turnbull criticara implícitamente la intromisión china en la política y las universidades australianas.
Australia prohibió a Huawei en agosto del año pasado, revocó recientemente la residencia permanente de un multimillonario chino debido a las preocupaciones de que es un agente de influencia y está presionando a los chinos para que se tenga acceso a ciudadanos australianos y residentes permanentes en prisión o atrapados en Xinjiang.
"Nos están presionando, junto con Nueva Zelanda, debido a nuestras posturas sobre Huawei", señaló Malcolm Davis, analista sénior del Instituto de Política Estratégica de Australia en Canberra. "Podrían hacer más si quisieran, pero si lo hicieran, se dispararían en el pie porque si dejan de comprar nuestras materias primas, también sufrirán".
ED