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Internacional

Cómo sale adelante Sudán tras la destitución de su brutal líder

Tras el golpe a Bashir, el dictador que gobernó tres décadas, hay preocupación por la crisis humanitaria, la violencia y el petróleo.

Sudan Army Overthrows President Al-Bashir After Popular Protests
Sudan Army Overthrows President Al-Bashir After Popular Protests | AFP/Getty Images

Omar al-Bashir, presidente de Sudán, aplastó brutalmente toda disidencia durante las tres décadas que gobernó la nación del norte de África. Pero su derrocamiento en abril no marcó el comienzo de la paz. En cambio, el consejo militar que lo remplazó ha sido acusado de algunos de los peores casos de violencia en la capital, Jartum.

Una represión a principios de junio cobró la vida de más de 100 manifestantes que protestaban por el estancamiento en las conversaciones entre los militares y la oposición para formar un gobierno civil. Luego, a principios de julio, los dos bandos llegaron a un acuerdo de poder compartido que ofrece la esperanza de poner fin a la violencia.

1. ¿Cómo llegó Sudán a este punto?

El golpe de estado contra Bashir el 11 de abril se dio tras cuatro meses de protestas en todo el país por el alza de los precios de alimentos, medicinas, combustible y transporte. Muchas personas murieron. Cuando el gobernante de 75 años, quien fue acusado por la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra y genocidio en la región occidental de Darfur, se negó a renunciar, algunos de sus antiguos aliados de las fuerzas militares y de seguridad lo expulsaron. Prometieron entregar el poder a los civiles dentro de dos años, pero los manifestantes, escépticos de que un grupo integrado por la vieja guardia de Bashir entregaría la democracia, realizaron protestas para exigir una transición inmediata. Una huelga general que comenzó el 9 de junio paralizó gran parte de Jartum.

2. ¿Por qué el mundo está alerta?

Pocas naciones lamentaron la caída de Bashir, quien tomó el poder en 1989 y encabezó una revolución islamista que durante un tiempo en la década de 1990 convirtió a Sudán en un refugio para terroristas como Osama Bin Laden. La Unión Africana y Etiopía, vecino de Sudán, mediaron entre los militares y los grupos defensores de la democracia sobre cómo constituir un gobierno de transición. Pesos pesados regionales como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos no escondieron su deseo de una transición tranquila para evitar una repetición de la revuelta que sacudió al mundo árabe en 2011. A finales de abril, extendieron un salvavidas a los nuevos gobernantes de Sudán con la promesa de US$3.000 millones en ayuda.

3. ¿Cómo funcionará el acuerdo de poder compartido?

Se formará un consejo presidencial y la presidencia del mismo se rotará entre militares y civiles. El acuerdo también prevé el establecimiento de un consejo civil de ministros y un comité nacional independiente de investigación para indagar sobre el asesinato de los manifestantes. El consejo militar está encabezado por Abdel Fattah al-Burhan, un teniente general veterano, pero ha sido eclipsado por su adjunto Mohamed Hamdan Dagalo, líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF por siglas en inglés), una infame milicia con raíces en el grupo Janjaweed que aterrorizaba a Darfur. RSF fue responsable del ataque a los manifestantes y es la principal presencia armada en las calles de Jartum. Como parte del acuerdo para compartir el poder, más de 230 rebeldes fueron liberados de la cárcel.

4. ¿Cómo se pusieron tan mal las cosas en Sudán?

Sudán se vio envuelto en una guerra civil durante dos décadas antes del acuerdo de paz de 2005 que dividió al país seis años después. Sudán del Sur tomó control de tres cuartas partes de los campos petroleros, despojando al norte de una gran parte de sus ingresos y divisas. Los precios más bajos del crudo han mermado aún más los ingresos de lo que queda de la producción de Sudán.

El gobierno ha intentado diversificar la economía alentando la minería, pero sigue siendo una industria incipiente, y la mayor parte de los 40 millones de habitantes del país dependen de una agricultura de subsistencia. Sudán es uno de los países más pobres del mundo, y ocupa el puesto 167 entre 189 en el índice de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

5. ¿Cuál es el impacto económico?

Más allá de las preocupaciones humanitarias, hay cuestiones comerciales involucradas. Antes de la sucesión del sur, Sudán se clasificaba como el tercer mayor exportador de petróleo de África subsahariana, y aún producía 72.000 barriles de petróleo al día en 2017. También sirve como conducto para todo el crudo producido en el sur. El gobierno de Sudán ha firmado un acuerdo con Rosneft Oil Co. y Rosgeologiya OAO, de Rusia, para la construcción de una refinería de 200.000 barriles diarios en Puerto Sudán, en el Mar Rojo. El país es también el mayor exportador mundial de goma arábiga, una savia que se extrae del árbol de acacia y se usa en gaseosas y productos farmacéuticos.

B/MC