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América Latina

Condenan a extesorero venezolano a 10 años por lavado de dinero

Alejandro Andrade Cedeño se declaró culpable Florida, de recibir dinero en efectivo, jets, yates, casas, automóviles, caballos y relojes de lujo.

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Voters Cast Their Ballots For Unofficial Plebiscite As Maduro Tries To Rewrite Constitution | Bloomberg

Un extesorero nacional de Venezuela fue condenado el martes a 10 años de prisión tras recibir más de US$1.000 millones por participar en un esquema ilícito de cambio de divisas y lavado de dinero, el cual se transfería a Estados Unidos y a otras naciones, informó el Departamento de Justicia del país norteamericano.

Alejandro Andrade Cedeño se declaró culpable en un tribunal federal de West Palm Beach, Florida, de recibir dinero en efectivo, jets, yates, casas, automóviles, caballos y relojes de lujo. Andrade, quien accedió a ayudar a la fiscalía, entregará US$1.000 millones en efectivo y activos, incluidos bienes raíces, vehículos y cuentas bancarias, según documentos judiciales.

Andrade, de 54 años y otrora guardaespaldas del fallecido expresidente Hugo Chávez, dijo que aceptó los sobornos para desviar contratos a corredoras que realizaban operaciones cambiarias. Andrade elegía cuál de ellas vendería bonos de la nación denominados en dólares estadounidenses. Sus conspiradores podían entonces "obtener ganancias sustanciales a través de las transacciones cambiarias", de acuerdo con los documentos.

Incluso después de que Andrade se mudara en 2012 a Wellington, Florida, los sobornos continuaron hasta noviembre del año pasado, admitió el 22 de diciembre de 2017. Andrade reconoció que recibió sobornos de conspiradores entre los que figuraba el multimillonario Raúl Gorrín Belisario, quien compró la red Globovisión en 2013.

No fue posible contactarse con el abogado de Andrade, Curtis Miner.

Gorrín, de 50 años, fue acusado de infringir la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y conspirar para lavar dinero, utilizando lo obtenido mediante sus delitos para comprar propiedades en el sur de Florida y Nueva York. EE.UU. busca incautar dos docenas de ellas, incluidas casas y departamentos de lujo.