El Congreso de Brasil aprobó una reducción de los impuestos a los combustibles, horas después de que la petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA causara un gran revuelo al aumentar hasta en un 25% los precios del diésel y la gasolina.
Los legisladores aprobaron el jueves por la noche un proyecto de ley que reduce los impuestos federales del diésel y el gas de cocina hasta fin de año y también cambia la forma en que se aplica un impuesto local a los combustibles. La propuesta ahora pasa al presidente Jair Bolsonaro para ser promulgada.
La nueva legislación busca atenuar los aumentos de los precios de los combustibles de cara a las elecciones generales de octubre en Brasil. Se produce después de que la invasión rusa de Ucrania trastornara el mercado petrolero mundial, lo que agregó una presión adicional para que Petrobras realizara ajustes en el mercado interno para evitar pérdidas.
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La última vez que la empresa subió los precios fue en enero, y la falta de ajustes estaba inquietando a la propia junta directiva de la compañía, dijeron dos personas con conocimiento directo del asunto.
A primera hora del jueves, Petrobras anunció un aumento del 25% en el precio del diésel que vende a los distribuidores, a 4,51 reales el litro (US$0,89), y un incremento del 19% en el precio de la gasolina, a 3,86 reales el litro. La medida desató las críticas de los políticos, entre ellos el poderoso presidente de la Cámara Baja, Arthur Lira, que dijo que el aumento era una “bofetada” a los brasileños.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo que el proyecto de ley ayudará a mitigar dos tercios del aumento de precios de Petrobras. El Gobierno está monitoreando los mercados internacionales y adoptará medidas adicionales si es necesario, dijo Guedes a los periodistas en Brasilia.
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Petrobras ha estado en el centro del debate político en Brasil, ya que el aumento de los precios de los combustibles ha impulsado la inflación por encima del 10% y ha golpeado a sectores influyentes como los camioneros. Tanto Bolsonaro como su principal rival de cara a las elecciones, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, han criticado a Petrobras por trasladar el alza de los precios internacionales del petróleo a los consumidores brasileños.
El Congreso debatirá ahora un segundo proyecto de ley que propone la creación de un fondo para atenuar los precios y prevé subsidios a la gasolina para las familias pobres.