La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, alista con la mayor celeridad a los demócratas para una segunda acusación constitucional contra el presidente, Donald Trump, esta semana que presenta el riesgo de consumir al Congreso en una amarga lucha política justo cuando el presidente electo, Joe Biden, está intentando de comenzar con su agenda.
Con una oleada de ira entre los demócratas por la toma del Capitolio el 6 de enero por una turba alentada por Trump, Pelosi dijo el domingo por la noche que la Cámara de Representantes tomaría una resolución para acusar constitucionalmente a Trump por segunda vez en menos de dos años, a menos que el vicepresidente, Mike Pence, y el gabinete invoquen la Enmienda 25 esta semana para destituir a Trump de su cargo.
“Al proteger nuestra Constitución y nuestra democracia, actuaremos con urgencia, porque este presidente representa una amenaza inminente para ambas”, dijo Nancy Pelosi en una carta a los demócratas de la Cámara. Un artículo de juicio político que acusa a Trump de “incitación a la insurrección” por sus acciones para alentar a la turba que protagonizó una irrupción mortal ha atraído a más de 200 copatrocinadores demócratas.
Un tema que los demócratas tendrán que sopesar para determinar el curso a seguir es la agenda de Biden. Con el Senado en receso, cualquier juicio contra Trump no podría comenzar antes del 20 de enero sin el respaldo de todos los senadores. Y una vez que se inicia un juicio, el Senado no podría ocuparse de otros asuntos, incluidos los nominados al gabinete de Biden y la legislación de máxima prioridad, como aumentar los pagos de estímulo para la mayoría de los estadounidenses.
El representante James Clyburn, miembro del liderazgo demócrata de la Cámara de Representantes, dijo el domingo que la Cámara podría retener los artículos de juicio político durante hasta 100 días para proporcionar algo de espacio para avanzar en otros temas.
“Tengo inquietudes, y también la presidenta Pelosi” sobre el impacto en la Administración de Biden, dijo Clyburn en “State of the Union” de CNN. “Démosle al presidente electo Biden los 100 días que necesita para poner en marcha su agenda. Y tal vez enviaremos los artículos después de eso”.
Joe Biden ha sido cauteloso y el viernes dijo que la destitución es un asunto que el Congreso debe decidir. Pero también dijo que su toma de posesión sería la forma más rápida de sacar a Trump del cargo.
El líder de la mayoría, Steny Hoyer, intentará el lunes obtener un consentimiento unánime para una resolución que insta a Pence a invocar la Enmienda 25 de la Constitución “para declarar al presidente incapaz de cumplir con los deberes de su cargo”, dijo Pelosi. Con las esperadas objeciones republicanas, esa resolución se someterá el martes a votación nominal a viva voz.
Pence, quien ha desestimado en privado ese curso de acción, tendrá 24 horas para responder, dijo Pelosi, y si no lo hace, “procederemos a llevar la legislación de juicio político a la Cámara”. Una votación sobre la destitución podría realizarse el miércoles.
Pelosi y otros miembros de su equipo de liderazgo planean una conferencia telefónica el lunes por la tarde para discutir el camino a seguir.
Entre los republicanos no hay una posición emergente y unificada sobre una respuesta a las acciones de Trump del 6 de enero, pero está claro que la mayoría se opondrá a la destitución. Un asesor republicano de alto nivel dijo que la mayoría de los republicanos están esperando ver qué es lo que los demócratas deciden hacer.
Ha habido un esfuerzo por parte de los republicanos para persuadir a Biden de sofocar el impulso demócrata por destituir a Trump.
Cuando un artículo de juicio político finalmente se envíe al Senado, se necesitaría una mayoría de dos tercios de la cámara de 100 miembros para condenar a Trump. Solo tres presidentes, incluido Trump, han sido acusados por la Cámara de Representantes, y ninguno ha sido condenado por el Senado.
Solo tres presidentes han sido acusados por la Cámara de Representantes
Las perspectivas de lograr que al menos 17 senadores republicanos voten por una condena parecen ser escasas, a pesar del descontento generalizado del Partido Republicano con las acciones de Trump, a menos que Mitch McConnell, el líder republicano en el Senado, apoye la iniciativa.
Tampoco hay precedente para un juicio de destitución después de que un presidente haya dejado el cargo, aunque no hay prohibición que lo impida. Los partidarios de la campaña de juicio político dicen que una condena, incluso después de que Trump se haya ido de la Casa Blanca, podría garantizar que se le prohíba postularse para presidente nuevamente en 2024.
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