La administración de Trump concertó la detención de la directora financiera de Huawei Technologies Co. consciente del potencial retroceso en las conversaciones comerciales con Pekín, pero decidida a mostrar determinación para sancionar a las empresas chinas acusadas de violar las leyes estadounidenses.
La detención ocurrió casi al mismo tiempo que el presidente Donald Trump cenaba con el presidente chino, Xi Jinping, en Buenos Aires para discutir sobre la guerra comercial entre los dos países.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, quien se encontraba con Trump y Xi en la cena, sabía de antemano que Estados Unidos había solicitado a las autoridades canadienses la detención de la directora financiera de Huawei, Wanzhou Meng, dijo Bolton a National Public Radio (NPR) el jueves. Después de la entrevista de Bolton, un funcionario de la Casa Blanca dijo que Trump no tenía conocimiento previo de la detención, alejando al presidente de la provocativa medida.
Pero la planificación de la detención estaba en marcha cuando Trump se preparaba para una cena que según dijo más tarde tuvo como resultado “un acuerdo increíble” con Xi, el que ahora puede estar en peligro de desmoronarse después de que los funcionarios chinos se enteraron de la captura de Meng y su pronta extradición a EE.UU.
Trump expresó su continuo optimismo sobre las conversaciones comerciales en un comentario en su cuenta de Twitter publicado a última hora del jueves en que mencionó una declaración anterior de China que decía que Pekín estaba "lleno de confianza de que se puede llegar a un acuerdo dentro de los próximos 90 días". "¡Estoy de acuerdo!", dijo Trump.
La detención orquestada por EE.UU. de una figura destacada en la industria tecnológica china –Meng es la hija del fundador de Huawei, Ren Zhengfei, y la posible heredera de su compañía– socava un objetivo clave para Xi en las conversaciones con EE.UU.: mostrar que las relaciones entre EE.UU. y China están volviendo a un estado más normal.
El presidente chino ha tratado de impedir que el conflicto económico se extienda a otras áreas sensibles como Taiwán o las disputadas rutas marítimas del Mar del Sur de China.
El viernes, los medios de comunicación estatales chinos, incluyendo el periódico en inglés China Daily, criticaron la detención de Meng, acusando a EE.UU. de un esfuerzo políticamente motivado para contener la supremacía de China, y de Huawei. "Obviamente Washington está recurriendo a una estrategia despreciable y deshonesta, ya que no puede detener el avance de 5G de Huawei en el mercado", señaló el periódico nacionalista Global Times en una editorial.
Al mismo tiempo, Huawei envió un comunicado a sus proveedores y socios globales en el que dijo que tiene la intención de mantener sin cambios las relaciones comerciales en todo el mundo. Pero el gigante de las telecomunicaciones también acusó a Washington de violar el espíritu de la libre competencia. "No es razonable que el gobierno de EE.UU. utilice este tipo de estrategias para ejercer presión sobre una entidad comercial".
El viernes, Meng tendrá una audiencia de fianza en Canadá para determinar si existe riesgo de fuga y debe permanecer detenida durante el procedimiento de extradición a EE.UU. Las autoridades canadienses detuvieron a Meng cuando estaba cambiando de avión en Vancouver a solicitud de EE.UU., que acusa a Huawei de violar las sanciones contra Irán. El mismo día, Trump y Xi se reunieron por primera vez en más de un año.
Arresto fortuito
El momento de la detención de Meng fue fortuito, impulsado por un itinerario que la puso en suelo canadiense el sábado, dijo una persona familiarizada con el asunto. Aun así, la Casa Blanca no demoró ni bloqueó la acción.
La detención de Meng es parte de una investigación en curso de los fiscales estadounidenses sobre si Huawei violó las leyes bancarias al tratar de evadir las sanciones contra Irán enviando una serie de transacciones a través de HSBC Holdings Plc, según una persona al tanto del asunto.
La solicitud de extradición de Meng por parte de EE.UU. proviene de una campaña de la administración Trump que busca responsabilizar cada vez más a los ciudadanos chinos que cometan delitos, dijo una segunda persona familiarizada con el asunto, quien pidió no ser identificada hablando sobre el delicado tema.
Bolton, al referirse al arresto en la entrevista de NPR, enfatizó que la conducta de las empresas chinas –y en especial de las empresas de tecnología– es un tema central en la disputa comercial con EE.UU. Eso incluye el robo de propiedad intelectual estadounidense por parte de actores chinos y transferencias forzadas de tecnología desde empresas estadounidenses a socios chinos en empresas conjuntas, señaló.
"Huawei es una empresa que nos preocupa", dijo Bolton a NPR. "También hay otras. Creo que este va a ser un tema importante de las negociaciones que el presidente Trump y el presidente Xi Jinping acordaron realizar en Buenos Aires".
Huawei, el mayor fabricante chino de teléfonos inteligentes y equipos de telecomunicaciones, se ha visto afectado por preocupaciones de que los productos fabricados por las empresas tecnológicas chinas sean canales de vigilancia para las agencias de inteligencia del país.
En abril, la Comisión Federal de Comunicaciones adoptó una propuesta que prohíbe el uso de los fondos del servicio universal para comprar equipos o servicios de cualquier compañía identificada como un posible riesgo de seguridad nacional para las redes de comunicaciones.