Mientras los compradores estadounidenses hacen fila para aprovechar los descuentos del Black Friday, activistas en Francia organizaron sentadas en las afueras de la sede francesa de Amazon.com Inc. y el centro logístico para denunciar las ofertas importadas de Estados Unidos.
Decenas de activistas anticapitalistas y ambientalistas protestaron frente a la sede en Clichy, al noroeste de París, y bloquearon temporalmente dos depósitos logísticos en el norte de Francia y Lyon, antes de ser desalojados por la policía. Culpan a Amazon como un símbolo de la aparición del Black Friday en Francia, un impulso al consumismo que, según dicen, contribuye a dañar el planeta.
Los minoristas europeos han seguido la tradición estadounidense de realizar el Black Friday —el día después del Día de Acción de Gracias de EE.UU.— al inicio de la temporada de compras navideñas. La tendencia llegó por primera vez al Reino Unido a principios de la década cuando las cadenas locales respondieron a los descuentos de Amazon posteriores al Día de Acción de Gracias y luego se trasladaron a Europa continental. Los minoristas franceses y alemanes han elevado su participación en los últimos años.
Julie Valette, una vocera de Amazon France, dijo que la calma había regresado a los sitios a la hora de almuerzo del viernes.
“No hubo un impacto para nuestros clientes”, dijo.
Valette dijo que Amazon anunció un compromiso climático, destinado a cumplir con el objetivo de generar cero emisiones netas de carbono 10 años antes de 2040. El gigante minorista de Seattle también ordenó 100.000 vehículos eléctricos de entrega y se comprometió con el 100% de energía renovable para 2030, dijo la vocera.
Los videos circulados en Twitter por activistas muestran que la policía retira a la fuerza a los manifestantes del depósito de Amazon cerca de Lyon.