El presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, enviará a un representante al Congreso para discutir cómo seguir pagando ayudas en efectivo más generosas el próximo año en la primera prueba de su agenda legislativa.
El senador electo Wellington Dias, elegido por Lula para negociar con los legisladores, dijo que probablemente se necesitará una enmienda constitucional para aprobar una excepción a la regla fiscal del país a fin de seguir financiando mayores ayudas a las familias pobres. Los pagos actuales de 600 reales (US$117) al mes disminuyen a 400 reales el próximo año porque el presidente Jair Bolsonaro no destinó suficiente dinero para ellos en el presupuesto de 2023.
“Lo que es urgente ahora es la continuidad del programa social”, dijo Dias en una entrevista, añadiendo que Lula no quiere ninguna interrupción en los pagos. “El resto se puede negociar en 2023”.
"Todavía no está claro cuánto dinero habrá que excluir del tan ansiado techo de gasto, una norma que limita el crecimiento del gasto público a la tasa de inflación. Esa cantidad se definirá después de las conversaciones con el Gobierno actual", dijo Dias.
Discusiones como esa suelen ser parte de un proceso normal de transición de Gobierno que aún no ha comenzado, ya que Bolsonaro aún no ha reconocido la derrota.
En 2023 podría introducirse una nueva regla fiscal para reemplazar el tope de gasto actual, dijo Dias. Otros asuntos urgentes que deben contemplarse en el presupuesto de 2023 incluyen más dinero para un programa de subsidio de medicamentos y alimentación en las escuelas públicas, agregó.
Dias se reunirá el jueves con el ponente del presupuesto 2023, el senador Marcelo Castro. Lo acompañará el economista Aloizio Mercadante, coordinador de campaña de Lula. También se espera que hablen con los presidentes de ambas cámaras del Congreso.