El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció públicamente luego de la derrota en las urnas frente a Lula da Silva, en un infartante e histórico balotaje marcado por la fuerte polarización social. "Seguiré cumpliendo el mandato de la Constitución", dijo el mandatario.
Desde el Palacio Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia, Bolsonaro habló por primera vez luego de haberse rodeado de su gabinete y su círculo íntimo, los únicos que tuvieron acceso al mandatario que mantuvo un estricto hermetismo desde el balotaje del domingo. "La derecha surgió de verdad en el país", consignó en su breve discurso en el que no reconoció explícitamente la derrota electoral.
De esta manera, Bolsonaro habló luego de que se conociera el escrutinio provisorio pero irreversible en favor de Lula, el líder del Partido de los Trabajadores, que con apenas el 50,9 por ciento de los votos logró impedir que el actual mandatario consiguiera la reelección (obtuvo el 49,1 por ciento), convirtiéndose en el primer presidente en no hacerlo en la era democrática iniciada en 1989.
El discurso completo de Jair Bolsonaro
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"Voy a comenzar agradeciendo a los 50 millones de brasileños que me votaron. Los actuales movimientos populares son fruto de indignación, del resentimiento y la injusticia de cómo ocurrió el proceso electoral", dijo Bolsonaro.
En línea con la sugerencia de sus asesores, se esperaba que el líder del Partido Liberal reconociera el triunfo de Lula da Silva, a quien ni siquiera nombró, con el fin de calmar la tensión que se vive en las calles, donde sus seguidores paralizaron al país al no reconocer la derrota y demandar la intervención de las Fuerzas Armadas.
"Las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda y no pueden perjudicar a la población con la destrucción de patrimonio e impidiendo el ir y venir", continuó, en referencia al bloqueo de los camioneros bolsonaristas de los últimos días.
Asimismo, Jair Bolsonaro explicitó su liderazgo ya consolidado al afirmar que "la derecha surgió de verdad en nuestro país". "Nuestra robusta representación en el Congreso muestra la fuerza de nuestros valores: Dios, patria, familia y libertad. Integramos distintos liderazgos en Brasil y nuestros sueños siguen mas vivos que nunca", continuó.
A pesar de que Bolsonaro no reconoció el resultado de la elección, aseveró que, en virtud de su carácter "democrático", seguirá cumpliendo con todos lo establecido por la Constitución. "Fui rotulado como antidemocrático y, al contrario, siempre jugué dentro de la cancha de la Constitución. Jamás hablé de controlar a los medios o las redes sociales. Como presidente de la República y ciudadano seguiré cumpliendo todos los mandatos de nuestra Constitución", cerró.
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Las consecuencias del silencio de Bolsonaro
Si bien los líderes del mundo reconocieron al flamante presidente electo, el actual mandatario optó por permanecer callado durante dos días y evitó saludar a su rival, rompiendo con una histórica tradición política brasileña. Poco después de pronunciado el discurso de Bolsonaro en la tarde del 1 de noviembre, en las afueras de la sede residencial los manifestantes llamaron a mantener los cortes en todo el país durante 72 horas en rechazo al resultado electoral, además de convocar a las Fuerzas Armadas.
Además, su gesto de silencio profundizó la incertidumbre en torno al incremento de la violencia en el gigante sudamericano registrada en los últimos días. Especialmente debido a la escalada de tensión en torno a los cortes de rutas perpetrados por camioneros y seguidores bolsonaristas en puntos neurálgicos de 22 de los 27 estados de Brasil, que este martes comenzaron a ser desalojados por la fuerza por parte de la policía federal.
Desde que se conoció el escrutinio en favor de Lula el domingo por la noche, Bolsonaro se refugió en la residencia presidencial en Brasilia. El pasado lunes se dirigió al Palacio del Planalto, la sede del Ejecutivo brasileño equivalente a la Casa Rosada argentina, donde se reunió únicamente con su círculo íntimo en medio de un fuerte hermetismo.
CD'I